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Consumir animales silvestres es una práctica común en países de África, Asia y América Latina, de acuerdo con la organización Conservación Internacional, pero cada vez es más frecuente en las principales ciudades de todo el mundo.

Conoce 10 especies inusuales que se sirven en platillos en diferentes países del mundo.

Armadillos

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Los armadillos son mamíferos cubiertos por un caparazón parecido a una armadura, integrada por nueve anillos. En México, es un alimento popular en comunidades rurales e indígenas de entidades del sureste, como Chiapas, Campeche y Tabasco, donde lo preparan asado con y sin caparazón. Se comen en tacos, guisados con adobo, en salsa con chiles o en escabeche.

También se consume en el Estado de México, Nayarit, Oaxaca, Veracruz y Yucatán. Aunque no es considerada una especie en peligro de extinción, su caza y la destrucción de su hábitat ponen en riesgo su supervivencia, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Ballenas y delfines

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En Japón, es común consumir carne de ballena y de delfín, como la de cerdo, res o pollo, de acuerdo con la prefectura de Wakayama, donde se ubica Taiji, un pueblo que se popularizó por la película “Operación Delfín” del 2009, que documentó la matanza de varios cetáceos.

Ambos animales son parte de la cocina tradicional del país asiático. A pesar de las críticas que genera matar animales inteligentes y amigables con los seres humanos, la demanda por su carne todavía persiste.

Caimanes

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En algunas granjas de Florida, Estados Unidos, se crían caimanes o aligátores para el consumo humano. Su carne es baja en grasas y colesterol, además de alta en proteína. Está disponible en filetes, costillas y nuggets. Puede utilizarse como sustituto de pollo, cerdo, ternera o pescado.

Si bien la cría en cautiverio de estos animales está regulada, la Fundación por los Derechos Animales de Florida (ARFF, por sus siglas en inglés) denuncia que los caimanes en libertad temen tanto los encuentros con seres humanos porque son atormentados y asesinados para conseguir su carne y piel.

Canguros

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Los canguros son animales muy reconocidos de Australia. Su escudo de armas incluso muestra a uno al lado de un emú. Sin embargo, su carne también se encuentra en los menús de los restaurantes y supermercados en bistec, hamburguesas o embutidos.

Aunque más de la mitad de los australianos han probado carne de canguro alguna vez, según la organización CHOICE, muchas personas todavía rechazan comerla debido a su preocupación por el bienestar animal, la higiene o porque piensan que no es saludable.

Cuyos

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El cuy, cobayo o cuyo es un pequeño roedor considerado como una mascota en algunos países, pero no es el caso de Perú, donde forma parte de la cocina típica porque lo preparan asado o frito acompañado de papas, cebollas y cilantro.

En opinión de la organización Animales Libres de Crueldad y Opresión (ALCO), es desafortunado que el destino de estos animalitos sea ser consumidos, como las vacas, cerdos y pollos.

Grandes simios

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En algunos países de África, en especial los de la cuenca del Congo, la carne de grandes simios es considerada un manjar porque sólo la élite adinerada puede permitirse comerla, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

A pesar de que la cacería, comercio y consumo de animales como chimpancés, gorilas y bonobos está prohibida en casi todos los países de la región, la caza furtiva continúa debido a la ausencia de aplicación de la ley. Los primates suelen ser destazados y consumidos donde fueron asesinados, pero en otras ocasiones su carne es ahumada para venderla después en pueblos.

Iguanas

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Los tamales de iguana son típicos para celebrar la Semana Santa en Juchitán, Oaxaca. Cada día, se consumen unos 500 ejemplares de este reptil, que se prepara con salsa o mole. A la masa también se añaden sus huevos para después envolverla en hojas de plátano.

En México, 11 de las 20 especies de iguanas se encuentran en peligro de extinción, de acuerdo con la UNAM. Por lo tanto, expertos piden a la población evitar ingerir estos animales durante su época de reproducción para poder preservarlos.

Pangolines

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En países de Asia, como China y Vietnam, el pangolín es un platillo de lujo que puede comerse en restaurantes de alta categoría. Es el único mamífero que está cubierto por escamas, utilizadas para protegerse de depredadores en la naturaleza, pero no consiguen defenderlo del ser humano.

A pesar de que es el animal más traficado del mundo, según la ONU, suele ser mostrado a los comensales cuando todavía está vivo antes de que lo maten para servirlo como carne al vapor, en sopa de lengua o remojado en vino, apunta la Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) del Reino Unido.

Perros

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A partir de la pandemia del Covid-19, China eliminó a los perros de su lista de animales que pueden criarse para aprovechar su carne, pues los reconoció como “animales especiales de compañía”.

Su consumo, sin embargo, continúa vigente en provincias como Yulin, célebre por su festival anual de carne de perros, que se llevó a cabo el año pasado a pesar de la nueva legislación, advirtió la agrupación Humane Society International (HSI). Otro país que también cría perros para el consumo humano es Corea del Sur, de acuerdo con la organización.

Pulpos vivos

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“Sannakji” es un platillo de Corea del Sur que consiste en pequeños cortes de tentáculos de pulpo, que se mantiene vivo mientras los comensales lo ingieren, una práctica considerada cruel por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés).

Los pulpos son animales juguetones y curiosos, capaces de transmitir conocimiento y rasgos de personalidad de una generación a la siguiente. Algunos hasta se abrazan mutuamente, por lo que la agrupación condena que el plato ahora también se sirva en Estados Unidos.

“No podía creer que estos amigables e inocentes cachorros fueran asesinados para comer si no hubiéramos estado allí por casualidad. Y no puedo creer que alguien quiera comerse a estos adorables pequeños”.

Jennifer Chen

Activista que rescató perros en Yulin, China.