1. Orígenes libaneses
Sus abuelos paternos, Bertha Cuevas Sala, originaria de Tabasco, y Guillermo Kaim, quien nació en Beirut, en 1917, han sido un gran ejemplo para Pamela y los recuerda con mucho amor.
Mi abuelo fue empresario y le fascinaban los caballos de carreras, tuvo la cuadra más grande del Hipódromo de las Américas y ganó premios como el Derbi. También fue líder de entrenadores, campeón de boxeo, de natación y de tumbling. Era muy deportista".
2. Sus otros amores
Sus abuelos maternos, María del Carmen Nájera y Alfonso Fonseca Trejo se conocieron en el Banco de Comercio, donde la señora trabajaba y asegura que fue un matrimonio sólido, del que aprendió muchas cosas.
Él fue alpinista, ganador de varias medallas y falleció a la edad de 81 años, procreó siete hijos junto con mi abuela, quien está a punto de cumplir su centenario".
3. Máxima inspiración
Uno de sus orgullos es que proviene de una familia de mujeres, pues tiene cuatro hermanas. A su mamá, la abogada Patricia Fonseca, la admira mucho, pues la describe como alguien alegre, divertida y muy creativa, a quien le gusta pintar en óleo y remodelar casas.
Por otra parte, su papá, Guillermo Kaim, fue director general de una fábrica familiar de material de curación y tenía un gran amor por los caballos, al igual que su abuelo. Su pasión era practicar y ver el fútbol.
Una de las relaciones más importantes y determinantes en mi vida, en sus diferentes etapas, es la que tengo con mi mamá. Ella ha sido testigo fiel de todos mis momentos, mi red, confidente, amiga y juntas hemos tenido vivencias extraordinarias, no entendería la vida sin ella".
4. Sus confidentes
Sus cuatro hermanas, Karla (QEPD), Mariana, Patricia y Sofía, no sólo son su gran equipo y las personas ideales para pasar ratos divertidos, sino que se han convertido en su apoyo a través de los años. Además, son quienes la convirtieron en tía.
Son mi otro yo, mi conciencia, con quienes me siento segura. Somos muy unidas, ellas son parte de mi esencia y de lo que soy; además, son muy divertidas y pasamos mucho tiempo juntas compartiendo momentos con todos nuestros sobrinos"
5. Una partida dolorosa
Ella vive en mi pensamiento y en mi corazón, confío que donde esté, cuida de mí, es el ángel más grande que Dios me pudo regalar y estoy segura que me juega una que otra travesura".
6. Preparación profesional
Estudió Comunicación y Relaciones Publicas, pero, al darse cuenta de que su pasión era el retrato, decidió irse a Barcelona a estudiar Fotografía y Diseño Gráfico, ciudad que se convirtió en uno de sus lugares favoritos.
Ahí fue que comenzó este largo camino que he recorrido durante casi 18 años".
7. Sus tesoros
Sus hijas, Constanza y Olivia, de 8 y 5 años respectivamente, se han convertido en sus compañeras de aventuras y las primeras en probar todos los sets de la fotógrafa.
Ellas no tienen que hacer nada, las amo por el simple y gran hecho de existir. Con sus nacimientos entendí la naturaleza divina de Dios y lo mucho que me ama, al darme estas maravillosas hijas".
8. Amistades para toda la vida
Karime Olivares y Francielle Leithardt son las hermanas por elección de Pamela. A Fran la conoció hace aproximadamente 8 años, justo cuando la necesitaba y, desde ese momento, ha sido sumamente especial, de hecho, ella fue quien le presentó a Karime, y, ahora, las tres son un gran apoyo entre ellas.
Han estado en cada momento difícil y lindo de mi vida. Nuestra amistad es pura, sincera y fuerte".
9. Gran pasión
A través de los años se ha consolidado como una gran fotógrafa de retratos, sin embargo, el camino que recorrió para poner su estudio no ha sido fácil. A lo largo de su trayectoria ha formado parte de distintos proyectos, como la creación de su propia revisa.
Me ha costado casi 18 años llegar a donde estoy, recorrí mucho caminos, entre ellos, mi propia revista y fui diseñadora de una publicación muy conocida de triatlón. Ahora tengo mi propio estudio de fotografía y me dedico a retratar a recién nacidos, bebés, niños, embarazadas, familias y modelos".
10. Espiritualidad
Desde muy pequeña ha tenido una gran sensibilidad hacia las cosas que la rodean. Hace algunos años, la fotógrafa encontró en la practica del ThetaHealing, una forma de meditación que se adecua a su forma de ser y a sus creencias, lo cual la ayuda a tener una gran paz interior.
Me considero una persona muy espiritual, creo fielmente en el agradecimiento por todo lo que nos ocurre y por todo lo que tenemos. El dar gracias desde que uno se levanta, hace que tu día se vuelva diferente, aceptando la vida como es, un ciclo infinito de principios y finales".