Impacta 'Alex' con furia
El 1 de julio del 2010, el Huracán “Alex” desplazó al “Gilberto” como la peor catástrofe natural en la historia reciente del área metropolitana de Monterrey.
La furia y fuertes lluvias de “Alex” desbordaron el Río Santa Catarina, que reclamó rugiendo su cauce.









Ese día, nada estaba a salvo: las avenidas Morones Prieto y Constitución sucumbieron; las canchas deportivas y los puestos del Puente del Papa quedaron ahogados y hasta esculturas emblemáticas se rindieron ante la bravura de la corriente.







Reclama el Río su cauce

La violenta corriente del Río Santa Catarina, engrandecida por el Huracán “Alex”, se tragó tramos enteros de las avenidas Constitución y Morones Prieto, desde Santa Catarina hasta Guadalupe.
















Ningún municipio que rodea el cauce salió limpio. Puentes, gazas y calles no tuvieron oportunidad ante la furiosa embestida de “Alex” y quedaron destruidas.



















Tras la tormenta...
el asombro y el apoyo
Tras el estridente paso del Huracán “Alex”, llegó el momento de asimilar lo vivido, respirar y empezar el recuento de los daños.

Ciento de ciudadanos se acercaron a las orillas del Río Santa Catarina, para admirar el imponente cauce y guardar en su memoria, o en una foto, la historia que se había escrito ese 1 de julio del 2010.












También inició el recuento de los daños y el apoyo a los más afectados. El Ejército puso en marcha el Plan DN-III y los ciudadanos empezaron a hacer lo que podían, en las calles, con sus vecinos y en sus municipios.
















El recuento de los daños
Entre agua, lodo, derrumbes y caos, empezó el recuento de los daños dejados por el imponente paso del Huracán “Alex” por Nuevo León.
Parecía que la tormenta había ocurrido dentro de las salas, habitaciones y cocheras de miles de regios, que poco a poco empezaron a limpiar sus hogares.









Afuera, el panorama era desconcertante: lo que una antes noche era calles, ahora eran ruinas de asfalto, piedras y tierra, donde había que cuidar cada paso que se da.








Autos y camionetas fueron arrastrados, volcados y destruidos por “Alex”, que los dejó regados por doquier, amontonados como si fueran de juguete, y en algunos casos, hasta enterrados en el lodo.


















