
Con muchas emociones a flor de piel, las 18 graduadas del Instituto Irlandés Femenino se despidieron de la preparatoria junto a sus familiares y amigos que celebraron con ellas este triunfo en su etapa escolar.
La cita fue en un spot en Bosques de las Lomas, donde arribaron 300 invitados para pasar una noche llena de nostalgia, risas, abrazos y alegría, en una fiesta coordinada, diseñada, decorada y producida por Class Events.
Para arrancar la noche, mientras los asistentes tomaban sus lugares en las mesas, las chicas se prepararon para posar ante las cámaras que capturaron su última noche juntas.


“Estoy sumamente feliz y emocionada por estos estudios que estoy terminando”, expresó Isabel Fonticoba, quien formó parte del comité organizador.
“Queremos agradecer profundamente a quienes han estado presentes, a nuestras familias que nos acompañaron en cada paso, a los maestros que nos guían con paciencia, sabiduría y corazón, a Class Events, por hacer posible este evento tan especial para todas y, sobre todo, a cada niña de esta generación, porque hicieron que estos años fueran inolvidables”.
Al ritmo de Verge ft. Aloe Blacc, de Owl City, las jóvenes del Instituto Irlandés Femenino hicieron su entrada saltando, bailando y con una gran sonrisa por ver cristalizada una de sus metas, y se unieron en un abrazo al centro de la pista.


+ Los detalles de la gradución del Instituto Irlandés Femenino:
+ El evento, coordinado, decorado, diseñado y producido por Class Events, destacó por los detalles en tono blanco.
+ El techo fue de mil olas y de las paredes pendieron unas cascadas de textil de 5 metros de altura.
+ El centro de la pista estuvo hecho con mil 300 cascadas de wisterias y, alrededor, ocho jardines colgantes circulares de rama de mangle.
+ En algunas mesas se colocaron árboles de wisteria.


Más tarde, con la música de fondo de un saxofonista en vivo que amenizó la velada, los invitados de la graduación del Instituto Irlandés Femenino disfrutaron de una cena de tres tiempos que incluyó crema de tomate rostizado, filete de res y, de postre, tarta de chocolate con plátano y pastel ópera de pistache.
“Estoy muy contenta, mi hija es admirable, muy entrona, luchona y una luz, pero, además, algo que resalto es que hicieron un grupo increíble”, compartió Begoña Álvarez, mamá de Paloma Rodríguez, “le agradezco al colegio que les haya inculcado tantos valores, que las formó como hermanas, íntegras y muy completas”.
Al finalizar el banquete, el comité organizador, conformado por seis estudiantes, dirigió unas palabras de agradecimiento, destacando su emoción y miedo por lo que viene en la universidad, pero también nostalgia por dejar su escuela, a la que considera su segundo hogar.


Estoy orgullosísima, gradúo a mi segunda hija en el Irlandés, y les deseo a todas decisiones asertivas, que se tomen su tiempo para hacer las cosas correctamente y trabajen duro y con disciplina”.
CARMINA ZAMORANO, mamá de Macarena Chávez

Para ver un video que duró 20 minutos, las jóvenes se dividieron en dos grupos y se sentaron frente a las pantallas, en las que se proyectaron diferentes momentos dentro y fuera del centro educativo, que dejaron ver su hermandad y complicidad, mientras ellas reían y se abrazaban.
“Estoy muy orgullosa de que está muy decidida con su carrera, le ha echado muchas ganas para hacer diversos eventos esta última semana, como pijamada y fogata. Es mi primera graduada y, como familia, la hemos acompañado mucho en estas emociones, risas, lágrimas y desveladas”, contó Lupita Braniff, madre de Isabella Braniff.
Otro de los momentos más especiales fue cuando las alumnas del Instituto Irlandés Femenino invitaron a sus padres a bailar con ellas “Siempre Estaré Ahí”, de Rachel Platten, y, al terminar, los demás presentes abandonaron sus asientos para unirse a la pista y mostrar sus mejores pasos hasta el amanecer.
“Al Irlandés le agradezco demasiado el darme una familia de 18 hermanas que tendré por siempre en el corazón y por formarme espiritualmente”, dijo Paloma Rodríguez, quien estudiará Administración Turística en la Universidad Anáhuac México.

Al Irlandés, le agradezco que me hizo creer en mí misma, la fe y los valores, así como a los profesores, que tuvieron siempre paciencia”.
MARÍA JOSÉ PRADO, futura estudiante de Marketing


