DÍA 1

Un pancito con café en Denisse & Julieta Pastelería

Por fuera tiene toda la pinta de una panadería de pueblo, común, sin quizás mucha magia. Sin embargo, una vez adentro, los olores y colores del pan atrapan la mirada de cualquiera. Ubicado en Playas de Tijuana, este pequeñísimo local es un tesoro escondido. Puedes encontrar desde lo más tradicional como donas y orejas, hasta algunas creaciones propias, como las mini tartas o bizcochos de temporada.
  
¿Qué pedir y llevar? Te recomendamos sus empanadas de manzana recién cosechada, los panqués caseros o una buena hojaldra confitada. Lo mejor son los precios, que van desde los 10 a los 25 pesos.

Almuerzo en Alma Verde

Creado por un tijuanense y una sonorense, este espacio de platillos saludables, diseñado especialmente para aquellos que cuidan mente y cuerpo, es el punto ideal para almorzar después de haber pecado con tu pancito dulce. Es famoso por sus bowls naturales, sus smoothies y sus chilaquiles, hechos con salsa de betabel y chiles secos, mole de cacao recién tostado y salsa especial de la casa.

¿Qué pedir? No puedes perderte su Portobello Mañanero (relleno de espinacas, quinoa, parmesano, huevo estrellado y hash brown de camote) o el hash brown de papa y quinoa con pechuga de pavo, queso, huevo y mostaza.

Comida en La Tradición

Ubicado casi al inicio de la Plaza Santa Cecilia, este pintoresco lugar te ayuda a comprender las tradiciones y la importancia de Tijuana como un sitio turístico, pues mientras degustas un buen mezcal Unión, observas todo el colorido de una de las calles más viejas de la ciudad, andador obligado para la foto. Su fuerte son los mariscos, para que te vayas mentalizando.

¿Qué pedir? Si eres de buen comer, nada como un combo de Molcajete del Patrón (tiras de arrachera marinada, pollo asado, camarones Costa Azul y chicharrón de pargo). Para rematar, una media docena de ostiones en su concha.

Tragos y chelas en El Museo Restaurante

El restaurante ya es punto obligado en la ciudad y en la tradicional Av. Revolución. Abrió sus puertas en julio 29 del 2010, bajo el concepto de incluir en su diseño e instalaciones artículos históricos de Tijuana. Por ejemplo, tienen la mesa original de la época de Al Capone del Casino Caliente. Su menú abarca mariscos, comida mexicana y una amplia carta de bebidas.

¿Qué pedir? Más allá de pedir una botana, debes probar una de sus cervezas artesanales (nosotros apostamos por Mercado Negro, una sweet stout). Pero eso sí, no puedes irte sin antes beber un shot de tequila de vívora de cascabel.

Cena en Fin de California

Un restaurante que realmente celebra la gastronomía de Baja California. No por nada tiene un menú “Caliterráneo”, armado por el chef Sergio Chávez y aderezado por el mixólogo Armando Alarcón. Ubicado en el corazón del Distrito Gastronómico de Tijuana, la atmósfera, los platillos y los cocteles que ofrece prometen una experiencia sensorial única.

¿Qué pedir? De cajón, es el Pork belly Bao (te acordarás de nosotros). Ahora que si no temes a que te caiga pesado algo, prueba sus tuétanos a la parrilla con esquites, sal de chiltepin y verdolagas. Todo te lo puedes bajar con un tequila mezclado con jengibre y moras frescas.

DÍA 2

Cúrate la cruda en Birria La Mejor

Al igual que con la panadería con la que iniciamos nuestro viaje, este local de birria no atrae de inmediato la mirada de la gente. Pero no puedes abandonar Tijuana sin probar uno de sus manjares sencillos, baratos y directos al paladar. Además, está abierto las 24 horas, aunque eso sí, seguramente te tocará comer de pie.

¿Qué pedir? Sin más vueltas, lo obligado es pedir una tradicional quesabirria, bañada en salsa de consomé. No olvides echarle mucha salsa de la casa (¡si te atreves!).

Algo dulce en Rolando Nieves y sus Marquesitas

Para quitarse un poquito el sabor a birria de la boca, ¿qué tal te caería probar una deliciosa nieve en rollo, una rica marquesita y/o un cheesecake Pop? Empresa 100 por ciento tijuanense, que seguro divertirá y deleitará a los más pequeños de la familia con la preparación de sus nieves y sus pays de queso cubiertos de mil y un ingredientes…

¿Qué pedir? A nosotros nos encantó la Nieve Valentina, que es una perfecta combinación fresca y tropical de piña, durazno y coco rallado.

Comidita en Piedra Santa

Este restaurante, presente en una de las avenidas más representativas de la ciudad, rinde honor a la gastronomía oaxaqueña, fusionándola con cocina de la región y productos locales, trayendo a Tijuana sabores, texturas y colores atípicos para el paladar turístico. Destaca por exponer al mezcal como uno de los destilados más puros y por su atractiva mixología de autor.

¿Qué pedir? Si nos preguntas, te diremos que la costilla de cerdo bañada en pipián, con arroz y verduras al grill; una deliciosa crema de albahaca y queso de hebra, y si te queda espacio, un pulpo a las brasas marinado con mole, puré y espárragos. No te preocupes, tu coctel Piedra Santa (mezcal, licor de hierbas, sal de hoja santa y conserva de guayaba) te ayudará a aguantar hasta el final.

Una chelita en Rámuri Tasting Room

La Cervecería Rámuri comienza como un proyecto escolar, que evoluciona a través del tiempo. Empresa familiar, liderada por el maestro cervecero Sergio Michel, en 2012 afianzó su proyecto al obtener dos galardones en el Australian International Beer Awards, así como otra presea en la Copa de Cervezas de América. Su lista de opciones de cervezas artesanales es muy amplia, así que no te aburrirás.

¿Qué pedir y llevar? ¡Son tantas, que parece imposible elegir! Nos vamos por Diablo Blanco (cerveza clara lager, estilo pilsner) y Lágrimas Negras (oatmeal stout, contiene avena y cacao tostado).

Cena extrema en Baja BBQ Pit

Como seguramente tras haber pasado por Rámuri te sentirás un poco mareado, no te preocupes: pensamos en ti. Este restaurante experto en carnes exóticas se encuentra ubicado justo al lado de la cervecería (comparten mesas), por lo que es muy buena opción para iniciar y acabar la fiesta. Cuando decimos carnes exóticas, no mentimos; puedes elegir entre jabalí, alce, cocodrilo, búfalo y avestruz.

¿Qué pedir? Nada acompaña mejor a una cerveza que una buena hamburguesa. Pídete la de la casa: 400 gr. de carne Angus de res, tocino ahumado y cebolla curtida. Puedes pedirla también con carne de borrego de la región. Y sólo para que no te cuenten, prueba las tiras de carne de cocodrilo.

Información y edición: Rodolfo G. Zubieta
Imágenes: Rodolfo G. Zubieta y cortesía de cada inmueble.
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