¿Qué es la 25ª Enmienda?
La 25ª Enmienda de la Constitución está diseñada principalmente para aclarar el orden presidencial de sucesión.
La primera sección de la enmienda explica qué debería suceder si el Presidente muere, renuncia o es destituido de su cargo: El vicepresidente se convierte en Presidente de inmediato.
El segundo apartado aclara que cuando se produzca “una vacante en el cargo de vicepresidente”, el Presidente deberá nominar un sustituto, quien asumirá el cargo una vez sea confirmado por mayorías en ambas cámaras del Congreso.
La tercera sección permite al Presidente delegar temporalmente sus responsabilidades en el vicepresidente, quien luego actúa como Presidente interino hasta que el Presidente informa a los líderes del Congreso que puede reanudar sus funciones.
La cuarta sección proporciona un proceso de varios pasos para que el vicepresidente y la mayoría de los funcionarios que dirigen las agencias ejecutivas, comúnmente considerados como el gabinete, declaren que el Presidente es “incapaz de cumplir con los poderes y deberes de su cargo”. Ese proceso finalmente requiere un voto de dos tercios de ambas cámaras del Congreso.
¿Cómo funcionaría si se invocara ahora?
El primer paso sería que el vicepresidente Mike Pence y la mayoría del gabinete proporcionaran una declaración por escrito al Presidente pro tempore del Senado y al presidente de la Cámara que Trump “no puede cumplir con los poderes y deberes de su cargo“. Eso despojaría inmediatamente a Trump de los poderes de su cargo y convertiría a Pence en presidente interino.
Pero la Enmienda 25 le permitiría a Trump enviar inmediatamente una declaración por escrito diciendo que, de hecho, puede cumplir con sus deberes. Eso le permitiría reanudar sus funciones de inmediato, a menos que Pence y el gabinete envíen otra declaración a los líderes del Congreso dentro de cuatro días reafirmando sus preocupaciones. Pence volvería a asumir el cargo de Presidente interino.
Esa declaración requeriría que el Congreso se reúna dentro de las 48 horas y vote en días. Si dos tercios de los miembros tanto de la Cámara como del Senado aceptan que Trump no puede continuar como Presidente, lo despojarían permanentemente del cargo y Pence se convertiría en Presidente. Si la votación en el Congreso falla, Trump reanudaría sus funciones.
¿Es posible que suceda?
Los autores de la Enmienda 25 pretendían que fuera un proceso difícil que lo haría extremadamente raro. Lo lograron.
Para ponerlo en contexto, es aún más difícil destituir a un presidente bajo la Enmienda 25 que bajo el proceso de juicio político. Un presidente puede ser acusado por mayoría simple en la Cámara y destituido por dos tercios de los votos en el Senado. La remoción bajo la Enmienda 25 requiere un voto de dos tercios en ambas cámaras.
¿Se ha utilizado antes?
Desde su adopción en 1967, las tres primeras secciones de la 25ª Enmienda se han utilizado varias veces.
Las secciones primera y segunda se utilizaron en 1974, cuando Richard M. Nixon renunció a la presidencia y fue reemplazado por Gerald Ford, su vicepresidente. Posteriormente, Ford nominó a Nelson Rockefeller como vicepresidente, y la Cámara y el Senado confirmaron a Rockefeller.
La sección 3, que permite a los presidentes transferir temporalmente sus poderes y deberes al vicepresidente, fue utilizada por Ronald Reagan en 1985 cuando se sometió a una breve cirugía de cáncer.
El Presidente George W. Bush también invocó la 25ª Enmienda en 2002 cuando se sometió a un breve procedimiento médico y transfirió sus funciones al vicepresidente Dick Cheney durante unas horas. Bush volvió a hacer lo mismo en 2007.
La cuarta sección de la Enmienda 25 nunca se ha utilizado.
Fuente: The New York Times News Service