Tras haberse comprometido en marzo pasado, Melissa Núñez y Alberto De la Llave se dieron el sí en una íntima celebración en el Puerto Guerrerense, en compañía de sus familiares y amigos más cercanos.

Para sellar dos años y medio de noviazgo, la pareja se juró amor eterno durante una ceremonia en la que el clima y la presencia de los asistentes la llenaron de magia y emociones.

“Somos seres imperfectos y nos aceptamos tal cual; a pesar de que somos individuales, siempre tratamos de hacernos felices el uno al otro”.

Melissa Núñez, directora técnica de futbol

A lo largo del festejo, el cual inició por la
tarde, se vivió una constante algarabía que hizo match con el spot, pues contó con una decoración en tonos pastel, desde los arreglos florales hasta las prendas que usaron los novios, misma que creó un ambiente de ensueño.

Otro de los momentos especiales fue cuando los novios compartieron sus votos matrimoniales, pues ambos se dedicaron palabras llenas de afecto que no sólo los conmovieron a ellos, sino a todos los presentes.

“Veo a mi hija muy feliz con él, hacen una muy bonita pareja y se quieren mucho; este enlace es una bendición de Dios, en sus miradas se ve el amor que se tienen”.

Leticia Ordaz, mamá de la novia

Después de bailar con su papá la canción “I
Want to Know What Love Is”, de Foreigner,
Melissa tomó control de la pista de la mano de Alberto al ritmo de “Vicio”, de Camilo Séptimo.

Para cerrar la noche con broche de oro, un
espectáculo de pirotecnia sobre las aguas del Pacífico deslumbró a los presentes.

“Llegué a la conclusión de que era la indicada porque cuando la veo se me iluminan los ojos, me cautiva con su sonrisa”.

Alberto De la Llave, contador

Románticos detalles

El ajuar de la novia fue obra de la diseñadora mexicana Rosario Salazar,
mismo que, en sintonía con el traje del novio, lució con los distintos elementos decorativos del festejo, los cuales fueron en tono pastel.

Pretzels, muffins, gomitas y más botanas
formaron parte de la mesa de postres, cortesía de Hecho a Mano by Tita Luna.

Los recién casados eligieron una ceremonia espiritual en la que destacó un espiral de pétalos de flores, velas, agua y semillas.


Con información de: Luis Hernández

Fotos: Cortesía Daniel Ramírez

Edición: Jessica Meza