Suu Kyi fue una vez celebrada como defensora internacional de los derechos humanos y ganó del Nobel de la Paz en 1991 por su campaña de contra la Junta Militar
Sin embargo, tras asumir el cargo como líder civil en el país, emergió como una de las defensoras públicas más importantes del Ejército.
A pesar de las pruebas contra los militares, ha rechazado públicamente las acusaciones de que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo una campaña genocida contra los rohingyá.
Pero su popularidad ha aumentado a nivel nacional y, tras recibir un nuevo mandato electoral, los generales empezaron a criticar abiertamente al Gobierno civil.