El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, ha sido el más directo en criticar a Taylor Greene: “Las mentiras locas y las teorías de la conspiración son un cáncer para el Partido Republicano y nuestro país”, dijo en un comunicado al medio The HIll.
En declaraciones a Axios, un portavoz del líder del bloque republicano en la Cámara baja, Kevin McCarthy, dijo que los comentarios eran “muy problemáticos” y que McCarthy “planea tener una conversación con la legisladora sobre ellos”.
La presidenta del Comité Nacional Republicano Ronna McDaniel dijo que los comentarios eran “repugnantes” y que “no tienen cabida en nuestro partido”. Sin embargo, muchos otros republicanos han mantenido silencio sobre el caso.