Marjorie Taylor Greene, hija de un empresario adinerado, era hasta 2020 sólo una defensora férrea de Donald Trump en internet. Mantenía una presencia en círculos de ultraderecha en línea, participaba en podcasts y grababa videos con teorías de conspiración. Pero el año pasado, cuando supo que un republicano se retiraría de su curul por el distrito 14 de Georgia, se mudó ahí, se financió una campaña política, se ganó el apoyo del ala más trumpista del partido y triunfó en la elección primaria de la zona.

Ahora, es una representante en la Cámara baja y se ha convertido en un motivo de controversia dentro del Capitolio y muchos miembros han pedido su expulsión.

Si bien su apoyo a algunas teorías de conspiración era bien sabido antes de que entrara a la Cámara baja, en los últimos días algunos medios estadounidenses como CNN y la organización Media Matters han descubierto varios videos de ella donde aboga por violencia política y dice dudar de ataques como el 11 de septiembre o las masacres escolares en el país.

Estos son algunas de las controversias en las que está envuelta:

Las controversias

  • Apoyó comentarios en Facebook que promovían el uso de la violencia contra los demócratas y el FBI. Uno hablaba de pegarle un tiro en la cabeza a la presidenta de la Cámara baja Nancy Pelosi. Al responder a un post que planteaba la posibilidad de colgar al ex Presidente Barack Obama, Greene dijo que “se preparaba para ese escenario”
  • Ha asegurado que varias masacres y tiroteos en escuelas son falsos y fueron actuados sólo para forzar a los políticos a aprobar leyes en contra de la enmienda que da derecho al uso de armas.
  • Respaldó la teoría del movimiento QAnon, que afirma que los demócratas tienen un concilio secreto de satanismo y pedofilia que Trump buscó desmantelar.
  • Aseguró que un incendio forestal en California fue iniciado por un láser desde el espacio controlado por una familia de banqueros judíos.
  • Ha cuestionado la veracidad de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y dijo que hay “dudas” sobre si un avión se estrelló en el Pentágono
  • Acusó a Bill y Hillary Clinton de asesinar a rivales políticos, incluyendo a John F. Kennedy Jr.
  • Afirmó que la elección de dos legisladoras musulmanas demócratas en 2018 son parte de una invasión islamista para apoderarse del Gobierno de Estados Unidos.
  • Cree que el Presidente Barack Obama es musulmán en secreto

El dilema republicano

Los líderes republicanos enfrentan ahora un dilema. El partido le brindó su respaldo a Greene después de ganar la primaria y ahora le resulta difícil tomar distancia, sobre todo porque sus puntos de vista eran bien conocidas cuando la apoyó.

La situación plantea interrogantes acerca de hasta qué punto al partido le interesa o está en condiciones de hacer a un lado el estilo político de Trump, que por años promovió teorías conspirativas propias.

“El partido Republicano es hoy Donald Trump”, expresó Stuart Stevens, cofundador del Proyecto Lincoln, una agrupación conservadora que se opone firmemente a Trump. “Son unos radicales”.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, ha sido el más directo en criticar a Taylor Greene: “Las mentiras locas y las teorías de la conspiración son un cáncer para el Partido Republicano y nuestro país”, dijo en un comunicado al medio The HIll.

En declaraciones a Axios, un portavoz del líder del bloque republicano en la Cámara baja, Kevin McCarthy, dijo que los comentarios eran “muy problemáticos” y que McCarthy “planea tener una conversación con la legisladora sobre ellos”.

La presidenta del Comité Nacional Republicano Ronna McDaniel dijo que los comentarios eran “repugnantes” y que “no tienen cabida en nuestro partido”. Sin embargo, muchos otros republicanos han mantenido silencio sobre el caso.

En todo caso, las presiones para actuar contra la legisladora han aumentado.

El representante demócrata Jimmy Gómez anunció el miércoles por la noche que preparaba una resolución pidiendo la expulsión de Greene del Congreso por su actividad en las redes sociales.

También ha surgido una petición para remover a Greene de sus asignaciones en el Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes.

Por su parte, la legisladora ha insistido en que todo es una campaña para silenciarla.

Con información de AP y The New York Times