LLEGA A LA CIUDAD DE MÉXICO

En 2006, Jorge presentó la exposición “Chaotic Bloom” en la Galería Medellín 174 de la Ciudad de México, la cual le dio un giro completo a su carrera.

Fue gracias a esa exhibición y al gran apoyo que sintió por parte de sus amigos que decidió mudarse a la Ciudad y comenzar su carrera como artista de tiempo completo.

Aunque siempre pintó y su primera muestra la tuvo a los 15 años de edad, no fue hasta este momento que decidió dejar su trabajo de diseñador gráfico y dedicarse 100 por ciento a su arte. 

“Antes de tomar la decisión de venirme, tenía que entender que mi camino era 100 por ciento ser artista, dedicarme a eso y apostarle todo a mi trabajo y no desviar mi energía en otras cosas. Esa exposición tuvo una respuesta increíble y me di cuenta de la cantidad de amigos y de apoyo que tenía en la Ciudad y me dio toda la seguridad de regresar”.

COMPARTE SU TRABAJO

En 2014, Jorge tuvo la oportunidad de llenar Museo de Arte Contemporáneo Tamaulipas (MACT) con más de 40 de sus piezas en lo que fue su primera exhibición en un museo.

Jorge recuerda en especial las cuatro obras en gran formato sobre tela que se instalaron en el segundo piso.

Además, tuvo la oportunidad de compartir con los pequeños de las escuelas cercanas no sólo su arte, sino el mensaje detrás de “Inevitable, Inevitable, Inevitable”, el cual hablaba del miedo al cambio y de los efectos positivos que puede tener, aunque en un principio parezca una lluvia de meteoritos.

“La directora del museo organizó unos tours con las escuelas que estaban cerca y tuve varios recorridos con niños. Explicarles la exposición fue hermoso, porque ellos entendían mucho más rápido que los adultos este miedo al cambio”.

SU PRIMER SOLO SHOW

También en 2014, Jorge tuvo su primer solo show en Nueva York, una ciudad a la que ha regresado con su arte en distintas ocasiones.

Para esta exhibición, “I want to tay here… a little bit longer”, Jorge trabajó en vivo en una pieza poco antes de la inauguración, lo cual llamó la atención, pues todo el frente de la galería era de cristal. Esta muestra fue organizada por las curadoras de Agencia de Arte. 

“Fue justo después de museo y seguía la misma línea. Fue una reflexión de cómo nunca terminamos de llegar a nuestro estado ideal, porque estamos en constante movimiento”.

COMPAÑERO DE VIDA

En la fotos se les puede ver durante la grabación de un video musical de Gustavo Galindo,
un amigo de ambos. 

Jorge lleva seis años de relación con el actor Rodrigo Urquidi, a quien conoció poco antes de su exhibición en Nueva York.

De hecho, fue un mensaje de apoyo que el actor le mandó antes de este solo show lo que hizo que Jorge se diera cuenta que había encontrando a la persona indicada.

“Nos llevábamos entre familias padrísimo, así que no nada más gané una pareja, sino a sus hermanos, sus papás y su vida familiar. Es una persona que me ayuda a crecer y me lleva a ser mejor”.

EJEMPLO A SEGUIR

Su papá, Jorge Luis Tellaeche, siempre ha jugado un papel muy importante en su vida, pues se trata de una guía y un ejemplo a seguir para el artista.

Además, es una de las personas que, al ser el arquitecto, ha fomentado la parte creativa de su hijo y se ha convertido en su brújula cuando tiene algún problema. 

“Mi papá ha sido mi gurú toda la vida; cualquier proyecto que tengo o tema con mi relación, es la persona a la que le comento para saber si estoy haciendo las cosas bien”.

SU FAN NÚMERO 1

Su abuela Elia no sólo se autodenomina fan número uno de Jorge, sino que fue ella quien inspiró el talento artístico de su nieto desde que era muy pequeño.

Jorge recuerda como, cuando él cursaba primaria, entre los dos hicieron un negocio de tarjetas de agradecimiento con repujado y cÓmo esto le enseñó que el arte no está sólo en la pintura y escultura.

Ha sido difícilmente no poder estar tan cerca de ella como acostumbra debido a la cuarentena. 

“Mi abuela es artista en todos los sentidos, tiene un libro de poesía, hacía su propia ropa, teje increíble y fue mi primera maestra de arte. Desde chiquito, ella fue esa persona que creyó en mí exponencialmente”.

BROOKLYN

A Brooklyn la adoptaron Rodrigo y él hace cuatro años y, aunque era un perro que había sido muy maltratado, pronto se recuperó y encontró la manera de dar y recibir amor.

Jorge recuerda como, durante el sismo de septiembre de 2017, Brooklyn se perdió por un día y fue gracias a las redes sociales que lograron reunirse otra vez. La foto muestras el momento en el que se reencontraron. 

“Yo lo puse en todas las redes sociales y al final la que me ayudó más fue Barbara Mori, quien lo publicó y le llegó a todo el mundo. Es la perrita más hermosa y nos da todo el amor del mundo”.

TACO. TODO AMOR, CERO ODIO

Rodrigo y Jorge encontraron en su grupo de amigos una familia extendida y, aunque hace tres años perdieron a uno de sus integrantes, al actor Renato López, los amigos decidieron que el mejor tributo que le podían dar era uno de amor y no uno de resentimiento y coraje.

Entre ellos han vivido muchas aventuras, como un viaje a Bacalar que hicieron hace unos años y en el que tanto Rodrigo como Jorge se enamoraron de este destino mexicano.

“Para mí, ese viaje fue muy importante, porque nos enamoramos de Bacalar y fue el comienzo de una amistad súper bonita. Nos hicimos inseparables”.

SUS DOS AMORES

Aquí, los tres en el estudio de Jorge, uno de sus espacios preferidos en el mundo y donde puede sacar toda su creatividad. 

Entre las personas favoritas de Jorge están, definitivamente, sus sobrinos, Max y Renato, hijos de su amiga Stefa Durán.

“Llevo en ese estudio cinco años y es una bodeguera de dos pisos dentro de un estacionamiento. Es un lugar muy absurdo, pero, para mí, es un lugar muy mágico que me permite hacer todo tipo de debrayes”.

EQUIPO

Hace algunos años, Jorge y Rodrigo comenzaron Equipo, un proyecto social para ayudar a niños en condiciones de vulnerabilidad a través del arte.

Aunque comenzó en Sisbichén en Yucatán, ya han recreado los talleres en lugares, como Tepito, donde ofrecieron cuatro días de clases, y en El Bronx, en Nueva York. 

“Se trata de empedrar a los niños a través del arte. Yo fui un niño muy raro, de los que dibujaba en la esquina, no jugaba futbol y no era el que brincaba, se raspaba y se subía al árbol, pero con el arte, me empoderé muchísimo y encontré que podía ser diferente a los demás y sentirme seguro desde mi talento y mi creación”.