Menores migrantes esperan luego de ser procesados en un centro en Midland, Texas.

Kevin McCarthy, líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, dijo el lunes durante una visita a El Paso, Texas, que “más que una crisis; es sufrimiento humano”.

El martes, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que la ola de migrantes era un reto difícil, pero no nuevo.

Semántica aparte, el arribo de migrantes de México a Estados Unidos está aumentando considerablemente por tercera vez en siete años bajo administraciones demócratas y republicanas, y por razones similares.

¿CÓMO HA CAMBIADO EL FLUJO CON BIDEN?

Joe Biden asumió la Presidencia el pasado 20 de enero.

Los encuentros fronterizos, una medida ampliamente usada pero imperfecta que nos dice cuántas veces las autoridades estadounidenses se encuentran con migrantes, subieron considerablemente en los últimos meses de Donald Trump como Presidente, de un nivel inusualmente bajo de 16 mil 106 en abril a 74 mil 108 en diciembre. El mes pasado los encuentros rebasaron los 100 mil por primera vez desde un tramo de cuatro meses en 2019.

Eso representa apenas una parte de la situación. Quiénes cruzan es un indicador tan importante como cuántos lo intentan, quizás más importante.

Los adultos mexicanos representaron la mayoría del incremento del año pasado, recordando una de las mayores olas de inmigración en la historia de Estados Unidos, desde 1965 hasta la recesión de 2008. En marzo, la Administración Trump introdujo poderes relacionados con la pandemia para expulsar inmediatamente de Estados Unidos a personas sin la oportunidad de solicitar asilo. Al no enfrentar consecuencias, hombres mexicanos continuaron tratando hasta que lograron ingresar.

El porcentaje de encuentros con personas que lo intentaron más de una vez llegó a 38 por ciento en enero, comparado con una tasa de 7 por ciento en el período de 12 meses que concluyó en septiembre de 2019. La tasa de reincidencia fue de 48 por ciento entre mexicanos adultos durante un período de dos semanas el año pasado en San Diego.

Familias y niños sin compañía de adultos, que disfrutan de mayor protección legal y requieren mayor atención, se volvieron una parte mayor una vez Biden llegó a la Casa Blanca. En febrero representaron 29 por ciento de todos los encuentros fronterizos, un alza de 13 por ciento respecto de diciembre.

La Patrulla Fronteriza encontró a 561 niños no acompañados el lunes, comparado con el pico promedio diario de 370 durante la presidencia de Trump en mayo del 2019 y 354 durante un pico en la presidencia de Barack Obama en junio del 2014. Un funcionario federal le proveyó el lunes el total a The Associated Press a condición de anonimato porque no era para publicación. El promedio diario fue de 332 en febrero, un alza de 60 por ciento respecto de enero.

¿POR QUÉ LLEGAN MÁS FAMILIAS Y NIÑOS?

Agentes del Departamento de Seguridad Nacional esperan la llegada de menores migrantes no acompañados, en Texas.

Trump, respondiendo a un incremento enorme en la migración de familias y niños procedentes de Centroamérica que alcanzó su pico en mayo del 2019, expandió sus “Protocolos de Protección de Migrantes” para forzar a los solicitantes de asilo a esperar en México sus audiencias en cortes estadounidenses.

La política, conocida también como “Quédate en México”, fue incuestionablemente efectiva para desalentar el asilo: menos de 1 por ciento han ganado sus causas, de acuerdo con la Transactional Records Access Clearinghouse, una organización de compilación, estudio y distribución de datos afiliada a la Universidad de Syracuse.

Pero los solicitantes de asilo se vieron expuestos a violencia en México, como lo documentan el grupo de derechos Human Rights First y otros. Les resultó muy difícil encontrar abogados en México.

Otras políticas de la era Trump incluyeron acelerar los procedimientos de asilo dentro de los centros de detenciones de inmigrantes, donde el acceso a abogados era prácticamente imposible. Además, Washington llegó a acuerdos con Guatemala, Honduras y El Salvador para que Estados Unidos enviase a los solicitantes de asilo a los países centroamericanos para solicitar protección allí.

Cumpliendo sus promesas de campaña, Biden rápidamente anuló esas políticas, diciendo que eran crueles e inhumanas. Ha retenido los poderes de expulsión creados por Trump para la pandemia, pero eximido a los niños que viajan solos.

Biden quiere que el Congreso apruebe 4 mil millones de dólares para lidiar con las causas centrales de la migración en Centroamérica, como pobreza y violencia.

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO EL GOBIERNO DE BIDEN?

Vista exterior del Centro de Convenciones de Dallas, en Texas, donde el Gobierno federal albergará a menores migrantes para procesarlos en 72 horas.

Además de terminar con las políticas de Trump y buscar ayuda extranjera, la Administración Biden quiere acelerar la liberación de los menores para ser entregados a sus padres, parientes o patrocinadores en EU, evitando condiciones de detención que trajeron criticas generalizadas durante los pasados aumentos en 2014 y 2019.

La Administración tenía programado empezar a procesar menores no acompañados desde este miércoles en el Centro de Convenciones de Dallas, días después de abrir una instalación en Midland, Texas.

El funcionario estadounidense que habló con la AP dijo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos estaba buscando instalaciones de retención adicionales en el aeródromo federal Moffett, cerca de San Francisco, y en Pecos, Texas. El Departamento busca también expandirse en Donna, Texas, en un esfuerzo conjunto con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

Casi mil 900 de los 2 mil 500 niños no acompañados bajo custodia en el Valle del Río Grande el lunes estuvieron retenidos por más de 72 horas, el límite legal que pueden estar detenidos por la Patrulla Fronteriza, añadió el funcionario.

En febrero, siete de cada 100 encuentros resultaron en expulsión de los migrantes bajo las normas de la pandemia, lo que limita la necesidad de espacios de detención. Los adultos y familias mexicanas y centroamericanas fueron enviados de regreso a México.

Las autoridades mexicanas se han resistido a retirar a las familias centroamericanas del Valle del Río Grande de Texas, el corredor más transitado por cruces ilegales, lo que llevó a las autoridades estadounidenses a llevarlas a El Paso, Texas y San Diego para ser expulsadas desde ahí.

Otros detenidos en la frontera pueden ser liberados en los Estados Unidos con citas para comparecer en cortes migratorias.

El Gobierno de Biden también está ampliando los esfuerzos para que los niños soliciten asilo desde sus hogares en Centroamérica, en lugar de hacer el peligroso viaje a la frontera de Estados Unidos.

FUENTE Y FOTOS: AP