Personalidades comparten su experiencia tras recorrer este recinto que, desde su apertura el 29 de marzo de 2011, reúne distintas expresiones artísticas.
ADRIANA CASTRO
En opinión de la filántropa, el museo es una institución cultural que la abraza en todo momento, pues, desde que se para a los pies de ésta, ocurre algo muy especial con las obras, las cuales la invitan a admirarlas.Para ella, esta década ha sido un gran regalo para los mexicanos, por lo que agradece a la familia Slim y, en especial a Soumaya, por el legado que han dejado y los recuerdos que han creado, como cuando los Vazquez Sounds cantaron el himno “Por Siempre”, durante uno de los aniversarios de Asociación ALE, I.A.P, la cual encabeza actualmente.
“Siempre que asisto, siento que fui invitada por la señora Soumaya, que llego a su casa y a un lugar donde te abrazan a través del arte”.
Michel Domit
Para el empresario de moda y líder espiritual, este espacio no sólo alberga una gran variedad de arte, también refleja la esencia del amor que el ingeniero Carlos Slim tuvo por su esposa, Soumaya Domit, quien falleció en 1999.Entre los recuerdos que tiene del recinto, se encuentra el 90 aniversario de su firma de calzado, en México, misma que lleva su nombre, además de la primera ocasión en que apreció las piezas de Rodin en este espacio, el cual, considera, engalanó a la Capital.
“Es un ícono para la Ciudad, el cual marca la evolución en el arte y la cultura; además, es un recuerdo de mi hermana, Soumaya, y del gran amor que Carlos le tuvo”.
ARANZA SLIM
Como artista plástica, le parece admirable y gratificante que la sede en Plaza Carso se convirtiera en icono de la Ciudad de México, ya que, desde 2011, visitantes nacionales y extranjeros admiran las colecciones que ésta alberga; su acervo ha recorrido la República Mexican y varios países de América Latina. La sala Julián y Linda Slim es, por mucho, su preferida, ya que ahí se ubica “La Era de Rodin”, junto a otras grandes obras, como “El Beso”, “La Mano de Dios” y “Las Tres Sombras”, su favorita, así como “La Puerta del Infierno” y “El Pensador”.
“Son muchos los recuerdos y cada uno es especial, desde visitas guiadas con artistas que disfrutan de la belleza hasta eventos familiares y exposiciones; un placer poder disfrutarlo, es un remanso de paz y cultura para todos”.
PEPITA SERRANO
Desde que se abrió el museo en Plaza Carso, observó la maravilla de proyecto que es y, a lo largo de esta década, ha asistido a varios eventos, algunos de sus favoritos son la celebración de los 18 años de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano (SIMAV), misma que apoyó el pintor Romero Britto, así como la celebración de su 20 aniversario, con la participación de la soprano Maria Katzarava; sin embargo, con respecto al espacio, su sala preferida es en la que se encuentran las obras de Rodin.
“Algo que me parece maravilloso es que todos podemos visitarlo sin costo alguno”.
SONYA SANTOS
La filántropa comparte que cada vez que entra se sorprende al ver piezas que le gustan; sin embargo, el biombo novohispano de “La Conquista de México” es uno de sus favoritos, además de su programa académico y editorial, el cual considera de suma importancia para la investigación en el País.Además, a grandes rasgos, es una introducción para provocar la curiosidad de las personas que lo visitan, asegurando un camino de exploración a otros museos.
“Iniciativas como ésta son un ejemplo de mecenazgo, filantropía y divulgación a diferentes escalas; de esta manera, fomenta que desarrollemos interés por compartir tiempo y conocimientos con nuestra comunidad”.
ÓSCAR ROMÁN
De acuerdo al galerista, esta institución privada fortalece la cultura entre el púlico mexicano, al mostrar, en sus diversas salas, la propuesta de arte tanto nacional como internacional. Uno de sus recuerdos más preciados es cuando se develó la escultura “Las Puertas del Infierno”, de Auguste Rodin, aunque también tiene otras obras preferidas, como los murales de Diego Rivera, Tamayo y la sala de escultura, ubicada en la parte superior, ya que cuenta con una muy buena selección de piezas en exhibición.
“Felicito a todos los que hacen posible que este espacio se conserve vivo y, sobre todo, a la iniciativa de Carlos Slim y su familia, al promover
la cultura de nuestro País”.
ALFONSO MIRANDA
Hogar, arte para todos y proyecto cultural que promueve un diálogo con las comunidades más amplias es como describe el historiador al museo quien, como director del mismo, ha formado un extraordinario equipo de trabajo. Además, en el plano personal, esta década es un corte de caja, conmemorarla con historias de 13 millones de visitantes que se sintieron inspirados.
“Son 10 años de integración y de trabajo con un proyecto integral de Fundación Carlos Slim para crear un eje cultural con sus otras sedes”.
VERÓNICA SALAME
Acercar a las personas a una de las colecciones más importante del País es de suma importancia para la directora de relaciones públicas, pues no sólo se disfrutan piezas extraordinarias, sino también la arquitectura fuera de lo común de este edificio icónico.Recuerda el primer evento que realizó ahí; fue en 2012 para la Fundación Proyecto Tam, con el que recaudó una importante suma para calzar a niños, jóvenes y adultos de toda la República Mexicana.
“Gracias por estos 10 maravillosos años, es un orgullo tener un museo tan hermoso y emblemático en nuestro País”.
MIGUEL ALEMÁN VELASCO
Con un nivel equiparable al de los mejores del mundo e icónico por su arquitectura, el abogado y político describe al Museo Soumaya, como un recinto que cuenta con una selección de alta calidad de obras plásticas de autores de fama mundial; entre sus preferidas se encuentran las piezas emblemáticas de Rodin: “La Puerta del Infierno”, “La Piedad” y “El Pensador”.
“Durante estos 10 años, este museo ha sido visitado varias veces por miles de mexicanos, quienes han disfrutado la historia viva sin salir de su país”.
ARTÍFICE DEL RECINTO
Una superficie de 17 mil metros cuadrados, 28 columnas de acero curvado y 46 metros de altura conforman el Museo Soumaya, con sede en Plaza Carso, recinto que, además, destaca por sus más de 16 mil placas hexagonales de aluminio, las cuales, al no tocarse, dan la ilusión de flotar.
Con motivo de su décimo aniversario, el arquitecto Fernando Romero comparte su experiencia tanto personal como laboral al ser artífice del proyecto.
“El Museo representa el poder de la arquitectura y la capacidad que tiene para generar un nuevo destino en la Ciudad; transformamos un área industrial el un polo de desarrollo de usos mixtos y cultura, donde se encuentran teatros, museos y hasta un acuario”, mencionó quien actualmente trabaja en proyectos de distintos tamaños, escalas y programas en México y países como Corea, Italia y Latinoamérica.
Para él, además de su arquitectura, el recinto destaca por sus exhibiciones y espacios, donde alberga distintas obras de importantes artistas, como las de Auguste Rodin.
“El espacio más importante siempre será el que alberga el trabajo de Rodin. En el vestíbulo está la pieza “El Pensador” y, en la última planta, la colección de esculturas”, dijo, “el francés es uno de los pilares de arte universal, por eso cada espacio donde se exhiba es sumamente crucial”.
Además de su pasión por el arte y arquitectura, su visión lo ha llevado a ser parte de grandes iniciativas, como la de Hyperloop, un transporte que planea conectar los principales centros de población del país a través de una cápsula que viaja a velocidades por arriba de los 700 kilómetros por hora por tubos al vacío.
“Es el futuro del transporte masivo; llevará décadas lograrlo en los distintos contextos, pero resultar seleccionados en el concurso del Global Challenge nos permitió entender su tecnología e imaginar cómo se aplicaría tarde o temprano en México”, añadió, “es muy satisfactorio ser parte de un proyecto tan visionario y con un equipo multidisciplinario de tan alto nivel”.
A pesar de sus múltiples logros y satisfacciones profesionales, su mejor y mayor proyecto no se trata de una construcción.
“Definitivamente, son mis hijos, Soumaya, Valentina, Maura, Carlitos y Melissa”, dijo.
UNA DÉCADA DE ARTE
Desde 2011, el Museo Soumaya ha albergado distintas exposiciones temporales y permanentes en sus seis salas que, hasta 2018, registraron cerca de 10 millones de visitas; sin embargo, debido a la pandemia por covid-19, las actividades cesaron durante el confinamiento, por lo que, para acercar el arte al público, crearon una modalidad en línea en la que, a través de vídeos, hacen un recorrido virtual por las distintas obras
del recinto, el cual reabrió ya sus puertas.
Exposiciones permanentes
Vestíbulo
Gracias a su altura, las esculturas “La Piedad”, de Miguel Ángel Buonarroti, y dos obras emblemáticas de Auguste Rodin, “El Pensador” y “La Puerta del Infierno”, dan la bienvenida a sus visitantes. Ésta última es única en América Latina; comenzó su fundición en 2013 y, para otoño de 2015, se colocó en dicho espacio, siendo la última de una serie de ocho más, las cuales se encuentran en países como Francia, Estados Unidos, Suiza, Japón y Corea del Sur. Al frente, se encuentra el último mural de Diego Rivera, “Río Juchitán”, y “El Día y la Noche” y “Naturaleza Muerta”, de Rufino Tamayo.
Sala 1
“De Oro y Plata: Artes Decorativas” fue una de las primeras exposiciones permanentes que albergó este recinto, en la que variedad objetos preciados fueron el eje principal, pues en estos se apreciaba la estética en elementos de marfil, mobiliarios religiosos, textiles, joyería, medallas, herrajes, maquetas, arquetas, entre otros.
Además, contaba con un espacio dedicado a Maximiliano y Carlota, Porfirio Díaz y, otro más, correspondiente a las monedas y billetes de México, en cuya sección se abordó la entidad económica y su proceso tanto técnico como creativo.Sin embargo, esta muestra concluyó el 21 de diciembre de 2019, dando paso a “Modernidad”, conformada por objetos creados a partir de la Primera Revolución Industrial, los cuales potenciaron la eficiencia productiva de la población como fonógrafos, gramófonos, radiolas, cajas de música y organillos, así como telégrafos, teléfonos, visores y aparatos estereoscópicos.
Sala 2
Gracias a la colección que donó Laura Fernández MacGregor a la Fundación Carlos Slim, en 2012, la exhibición “Asia en Marfil” fue posible. Más de 600 piezas se sumaron al acervo existente, en el que se observa cómo la filosofía confuciana alentó el trabajo de los artesanos de la región al intervenir distintos materiales como madera, textiles, pinturas y enconchados.
Este recorrido explora la historia, arte y cultura a través de legado del budismo, hinduismo y daoismo, así como la mitología china en la que figuran personajes sabios, mandatarios, monjes, doncellas, nayikas o bailarinas celestes, niños y animales legendarios y simbólicos como dragones, fenghuang, elefantes, tortugas, quimeras o los curiosos perros de Fu, que quiere decir Buda.
Sala 3
En la exhibición “Antiguos Maestros Europeos y Novohispanos” se realiza un recorrido de las obras que consagraron el arte occidental entre los siglos 13 y 19, a través de escuelas europeas sobresalientes, como la flamenca, española, germana, italiana y francesa.
Estas se caracterizan por los diversos temas que trataron como representaciones de la historia sagrada, escenas marianas y cristológicas, alegorías y pasajes de santos, así como el género de retrato y la vida cotidiana de aquella época.Adicionalmente, de octubre de 2013 a enero de 2014, se realizó una exposición para conmemorar el 500 aniversario del nacimiento de Teresa de Jesús, con una serie de pinturas, esculturas, libros, reliquias y documentos en la muestra titulada “Para Vos Nací”.
Sala 4
Originalmente, el nombre de esta exposición era “Del Impresionismo a las Vanguardias”, pero cambió a “Del Romanticismo a las Vanguardias”, gracias a que el paisaje es el eje principal al ser fue la fuente de inspiración de varios artistas que plasmaron escenas de la vida cotidiana en diálogo con la naturaleza, en el que el hombre es el elemento principal de la creación.
En el siglo 19 llegaron a México viajeros procedentes de distintos sitios del planeta, quienes, atraídos por la abundancia y riqueza de este país, no dudaron en registrar los escenarios de la época en la pintura paisajista.
Sala 6 Julián y Linda Slim
La Era de Rodin” es el nombre de la muestra que incluye los proyectos más importantes del Maestro Auguste Rodin con más de 300 esculturas y 30 óleos, entre los que destacan “El Pensador”, “El Poeta”, “La Edad de Bronce”, “La Puerta del Infierno” y “Las Tres Sombras’, la cual se encuentra en el centro de la exposición.
Exposiciones temporales
Sala 5
Este espacio es el único que alberga muestras itinerantes, las cuales han cambiado a lo largo de diez años, llevando al espectador a recorrer las creaciones de artistas contemporáneos y viajes a través de la historia de México.