La palabra “ojtamait”, que viene del náhuatl y significa manos de bambú, también es el nombre de uno de los vestidos de novia de la diseñadora Claudia Toffano, quien busca enaltecer la labor de las artesanas poblanas.


A través de sus creaciones, la joven de 30 años incorpora bordados tradicionales a los ajuares de su firma homónima, la cual comenzó hace tres años y está próxima a lanzar su segunda colección. 

Maquillaje: Sandra Pérez para @trendsmakeupstudio

“Desde la universidad, supe cómo quería enfocar mi trabajo, mi meta siempre fue ésta”, platicó la egresada de CENTRO.

Su primer acercamiento fue al final de la licenciatura, pues, para graduarse, presentó una colección junto a una comunidad del Estado de México para su tesis. Después de ese proyecto, se especializó en prendas nupciales y, tras más de un año de mucha planeación, lanzó su primera línea.

“Mi decisión para enfocarme en este tipo de piezas fue por varias razones, entre ellas, para ofrecer a todas las novias mexicanas una opción para comprar un vestido 100 por ciento hecho en su País”, expresó.

Las ocho piezas que forman parte de su primera propuesta no son solamente un testimonio del trabajo en conjunto entre la diseñadora y las artesanas, pues cada una tiene alrededor de 250 horas, las cuales equivalen a mes de trabajo.


La sencillez que caracteriza a cada uno de estos atuendos los ha convertido en una opción perfecta para quienes planean hacer una boda más íntima o quieren un atuendo para el civil.

“Mi estilo de diseño desde un principio ha sido muy minimalista, con poca tela, poca textura y cero encaje. Lo que he visto es que muchas novias que se están casando en bodas más chiquitas quieren este tipo de vestidos”, comentó la emprendedora.


En sus próximas colecciones, Claudia planea incluir vestidos midi, así como trajes de pantalón y saco para que las brides to be tengan más opciones al escoger el look que quieren para su gran día. Las capas y los sacos para cubrirse durante la fiesta también estarán presentes. 


“Muchas se están casando en la Ciudad, porque por hacer las bodas más chicas o hacer sólo el civil, se casan aquí y muchas veces cambian de una boda de calor a una más de frío, entonces el año pasado me pidieron capas y abrigos”, contó. 


Para ella, lo más importante es brindarle la oportunidad a las novias de usar no sólo un diseño actual, sino uno con una historia detrás

Hecho a mano

El bordado de los vestidos es elaborado por mujeres poblanas originarias de Xalpantzingo, San Pedro Camocuautla y Pinahuista. 

+ Cada prenda tiene alrededor de 250 horas de trabajo, por lo que necesitan un mes para elaborarla.

+ Aunque existen distintas técnicas, las que utilizan son de bordado con hilo y chaquira.

+ Para verificar que reciban una paga justa, Claudia trabaja con la fundación Saber Para la Vida, la cual capacita a las mujeres para que se conviertan en empresarias independientes.

Claudia Toffano

Edad: 30 años 

¿Qué estudió: Diseño Textil y Moda, en CENTRO

Su diseñador favorito: Satoshi Kondo, director creativo de Issey Miyake.

Lo que más le gusta de su trabajo: Ser parte del día más importante para muchas mujeres, colaborando con artesanas mexicanas.

“Uno de los mayores retos es que la gente valore lo suficiente este lado, que se dé cuenta del tiempo invertido en cada vestido, porque son muchas horas de esfuerzo a mano”.

Con información de: Lucía Martínez

Fotos: Karla Ayala

Edición: Liliana del Olmo