Alejandro Mora

La galería Chic by Accident fue la anfitriona de una velada; sin embargo, el protagonista fue el diseñador Alejandro Mora, quien presentó la primera colección de su estudio de diseño OoOo, en este espacio de la Colonia Roma. 

“Creo que es súper interesante poner juntas una piedra que es eterna y no cambia en miles de años, y una flor que se va en una semana. Cuando las unes, existe un diálogo que me fascina, porque ambas son naturales,  pero se comportan diferente”.

Alejandro Mora, diseñador
Juliette Frey, directora de la galería

“Alejandro originalmente es un políglota que hace traducciones del japonés a español y decidió darle satisfacción a sus deseos artísticos y nos presentó estas piezas. Fue un enamoramiento inmediato”, señaló Juliette Frey, directora de la galería. 

“Hace un trabajo muy minucioso, de buscar cada piedra y, sobre esa base, la esculpe, pero siempre dejando el accidente pasar”.

Mariana Rico, Enrique y Andrea Roch

Los diseños, una colección de floreros elaborados a partir de rocas, unen dos materiales orgánicos, las mismas piedras y las flores que las llenan de una manera única y artística. 

“Siempre he tenido una obsesión con las piedras, me han encantado todo el tiempo, y ahora que regresé a México, decidí que quería explorar eso y comencé a coleccionar piedras. También soy fan de las flores y estudié ikebana en Japón. Comencé a trabajar y ponerlas juntas y ese fue el primer paso para que este proyecto naciera”, narró Alejandro.

Sadi Lara y Ana Ramírez

Las obras se encontraban esparcidas por los cuartos de la antigua casa que recorrían los invitados antes de subir a la terraza para convivir. 

“Creo que es bueno para la salud mental que nuestros ojos puedan ver más arte, nuestros oídos escuchar más gente, que tengamos oportunidad de socializar y que en verdad podamos culturizarnos más”, expresó la promotora de arte Sandra Montaña. 

Sandra Montaña, promotora de arte

Los asistentes tuvieron, además, la oportunidad de conversar tranquilamente con el diseñador, quien no dejó de dar recorridos y explicar la inspiración detrás de su proyecto.

“La verdad es que me encantaron las piezas porque tienen un toque muy delicado y muy zen”, compartió la maestra de yoga Andrea Roch, “las vi y dije: ‘me encantaría tener esto en un cuarto’”.