A la distancia, pero juntas

En 2014, debido a su trabajo visitaba Nueva York cada cuatro meses, lo cual era la excusa perfecta para ver a su mejor amiga, Cathy de la Torre, quien vive en la Gran Manzana. 

“¡Con ella creé momentos únicos que me llenan para toda la vida!”.

Grabado en la piel

Con el pretexto de su cumple, en julio de 2019 la empresaria se tatuó. El diseño lo escogió por el significado especial que tiene en su conjunto y que asocia con ella y sus seres queridos. 

“La hamsa (mano) es protectora, lo que me recuerda a la fortaleza. El ojo es la perfección y el mal de ojo. El Ohm me hace recordar mi centro. Y las letras en árabe son los nombres de mis hijos, mi esposo y el mío”.

Un nuevo comienzo

Tras los acontecimientos derivados por el COVID-19, Joanna comenzó una aventura en compañía de su familia al mudarse a Puerto Vallarta. Esta foto es de sus hijos Ana Sofía y Matías, tras un mes de iniciada su nueva vida cerca del mar.

En proceso de adaptación

En su primer día de clases, en el año 2018, Ana Sofía y Matías posaban felices con su mamá y, en 2020, en su nuevo hogar en la playa, Joanna ha tratado de adaptarlos para que tengan siempre días inolvidables.

“No ha sido tan fácil para ellos el cambio, ya que fue repentino, extrañan a sus amigos de México, así como su cuarto y casa. Pero yo me he dado el trabajo de conocer a muchas mamás de Vallarta y hacer que tengan muchos amigos nuevos”.

Siempre juntos

Derivado de la pandemia, sus papás, Carlos Kauachi y Yolanda Ramírez, tomaron la decisión de mudarse también a Puerto Vallarta, lo que les ha permitido estar juntos. De hecho, todos viven en el mismo edificio y sólo los separan apenas unos departamentos.

“Nos ha dejado estar más tiempo juntos y vivir experiencias nuevas a su lado”.

Cómplices

Para ella su esposo, Rodrigo Zenteno, es su motor y mejor amigo. Por ello, cada que celebra grandes acontecimientos lo hace a su lado, como en septiembre, cuando fueron testigos de la pedida de mano de Andrea Carreiro, una de las mejores amigas de Joanna, en una casa en Conchas Chinas, Puerto Vallarta.

Atesora experiencias

Vivir cerca del mar le ha permitido tener vivencias familiares que de otra manera habrían sido menos constantes. En noviembre del año pasado, se hospedó con su familia en el hotel St Regis, en Punta Mita, donde la convivencia fue tan agradable que ahora es uno de sus momentos favoritos.

“Mi familia está ahora más fuerte y unida. Fue un día mágico de risas, comimos delicioso y dimos gracias”.

Su primera Navidad

El 24 de diciembre del año pasado festejó junto con sus pequeños y su esposo su primera Navidad en Puerto Vallarta, tras cumplir ocho meses de haberse mudado a su nuevo hogar y, aunque tuvieron  altas y bajas por el proceso de adaptación, se la pasaron muy contentos y unidos.

Disfruta su tiempo

El deporte la motiva a esforzarse y a superar todos los retos que se propone. Con las inversiones, ella se sintió empoderada y, a su vez, hicieron que se diera cuenta que la mente es más fuerte de lo que creemos. 

Supera retos

Ejercitarse en telas le provocó sensaciones de satisfacción y bienestar, pues entendió que la edad no es ningún impedimento para aventurarse en nuevos proyectos, ya sean físicos o mentales, y que, mientras sea firme en lo que quiere, podrá lograr lo que se proponga.

“Mi pasión en la vida es el ejercicio, me hace sentir viva y me ayuda a controlar estrés y ansiedad”.