Formalmente, la misión de combate en Afganistán terminó el 31 de diciembre de 2014, pero la presencia militar estadounidense continuó en el país. Obama anunció un calendario para la retirada de la mayoría de las tropas a finales de 2016.
Después de unas elecciones de 2014 que estuvieron empañadas por fraude, Ashraf Ghani se convirtió en Presidente, pero firmó un acuerdo para compartir el poder con su principal oponente, Abdullah Abdullah.
En el campo de batalla, las fuerzas de seguridad afganas se enfrascaron cada vez más en batallas con los talibanes y sufrieron numerosas bajas, a la vez que perdieron territorio.
En agosto de 2017, el Presidente Donald Trump dijo que si bien su primer instinto había sido retirar todas las tropas de Afganistán, continuaría con la guerra.
Enfatizó que las decisiones en torno a una retirada de las tropas de Afganistán se basarían en las condiciones de combate, no en plazos predeterminados.
Naciones Unidas dijo que 2018 fue el año más mortífero para los civiles afganos desde que comenzó a rastrear víctimas civiles 10 años antes.