Alejandra Ríos

Su expertiz como CEO de Ambrosía la convirtió en una tiburón justa, apasionada y, sobre todo, competitiva, así que al negociar, no se centra en una industria en específico, sino que se fija en que el producto que ofrecen tenga un potencial de crecimiento, innovación, rentabilidad y si hay conexión. 

“Noté que muchos no ven su negocio únicamente como una forma de hacer dinero, sobre todo, los más chavos, vienen a buscar soluciones para una situación en específico, quieren cambiar el mundo y se les ven las ganas de crecer y aprender en el proceso, eso me encanta”, comentó la empresaria. 

Al obtener un lugar en el programa, recordó los momentos en los que estuvo del otro lado de la silla y le tocó convencer a alguien, así que valora el coraje, las ganas y el valor de los competidores al presentarse frente a personajes tan poderosos. 

En su caso, aunque ha tenido grandes mentores en su vida, hay una frase que veía enmarcada en la oficina de su papá, Guillermo Ríos (q.e.p.d.), la cual acostumbra leer continuamente para motivarse.

“La oración está enfocada hacia los hombres, pero yo la cambio a femenino y dice ‘toda mujer debe decidir alguna vez, si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o se espera y se sienta contemplar el pasto de los triunfadores’. A la fecha, puedo decir que yo me he atrevido y eso me hace sentir que soy una triunfadora”, dijo. 

Otra de las figuras que la ha inspirado en el mundo de los negocios ha sido su madre, Rocío Espínola, quien, al fallecer don Guillermo, asumió la dirección de la empresa familiar sin titubear, lo cual admira profundamente, pues, además, nunca perdió su esencia. 

Me gusta negociar apasionadamente; busco empresas con potencial de crecimiento, rentabilidad y, si tengo conexión con el emprendedor, mejor”.

Conócela

+ ¿Quién es Alejandra? CEO de Ambrosía, que también abarca Ambrosía Centro Culinario y BOKA Ludoteca, también es asesora estratégica del Consejo Nacional Turístico. 

+ Estudios: Tiene un MBA en Harvard Business School, así como otros cursos en el IPADE, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, University of California, Berkeley y New York University, entre otras. 

+ Sus pasiones: Me encanta la gastronomía, viajar, el vino, las experiencias, pero lo que más amo son los animales. Veo pasar un perro en la calle y me aviento a darle besos o siempre estoy rescatando cachorros, de hecho, ya tengo cuatro en casa, sólo porque ya no me dejan meter ni uno más. 

+ ¿Cómo ves el papel de la mujer en los negocios? Van a decir que soy pesimista, pero aún no se ha transformado lo suficiente, todavía seguimos en pañales, es muy parecido al de hace 20 años, salvo ciertas personas que pudimos sobresalir.

Marisa Lazo

La fundadora y directora de Pastelerías Marisa es una apasionada del aprendizaje, para ella, no hay mayor emoción que conocer algo nuevo, por lo que estar en la serie le permitió salir de su zona de confort y generar muchas experiencias positivas. 

Lo que percibió de sí misma tras este proyecto fue que al callar y escuchar, crece más, así que se volvió toda una observadora para detectar el negocio que más le convenía. 

“Tengo buen olfato para distinguir buenos negocios, pero también me identifiqué con algunas mujeres que empezaban a emprender desde sus casas, como yo lo hice. Volví a sentir y recordar”, declaró la repostera. 

Asegura que pese al éxito que ha adquirido con los años, hay algunas cosas que aún conserva de sus inicios, de las cuales se siente muy orgullosa y una de ellas es el amor por las galletas y los pasteles, ya que nunca se cansa de probarlos y de crear nuevas recetas.

“Otra cosa con la que me quedé es ser cercana con mi gente, antes tenía 20 colaboradores y me sabía el nombre e historia de todos, ahora son mil, pero siempre los saludo a la cara, les pregunto cómo están y soy cálida con ellos. Trato de que nunca se me olvide que esto se lo debo a ellos”, contó. 

“De hecho, tenemos un grupo de recursos humanos de siete mujeres, en el que todo el tiempo están pensando qué más hacer por ellos, les damos prepa, dignificamos sus casas y les ofrecemos un montón de prestaciones para que ellos estén bien”. 

Por otra parte, una de las cosas que no mantuvo en su vida profesional ni personal, es la culpa, pues considera que es un error en el que muchas caen, lo cual no permite avanzar. 

“Me sentía mal por no ir a un evento del colegio de mis hijas o iba a una fiesta infantil y las mamás bordaban los vestidos de las niñas para que combinaran con el pastel, mientras que las mías no tenían eso porque no me alcanzaba el tiempo. Lo que aprendí con el tiempo es que a un menor eso no le hace la diferencia en su autoestima, seguridad y valía como persona, sino el cariño que le muestras”, dijo la originaria de Zapopan, Jalisco.

Tengo buen olfato para distinguir buenos negocios; me identifiqué con algunas  mujeres que empezaban a emprender, volví a sentir y recordar”.

Conócela

+ ¿Quién es Marisa? Fundadora de Pastelerías Marisa, presidenta del Consejo del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara, obtuvo el Premio Jalisco en el ámbito Empresarial 2020 y creadora de Fundación Marisa, así como de la iniciativa Sonrisas Marisa. También es miembro del Consejo de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara y del Consejo de COPARMEX Jalisco. 

+ Estudios: Licenciatura en Psicología en la Universidad del Valle Atemajac UNIVA y Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en la Asociación Psicoanalítica Jalisciense A.C. 

+ Sus pasiones: Muchísimas cosas, una de las más grandes es estudiar, también soy fanática de los podcast, de hecho, tengo uno, ‘Compartiendo con Marisa Lazo’, en el que comparto lo que más me gusta. También me inscribo mucho a conferencias y talleres en línea, siempre leo, no me gusta ver la tele y soy apasionada de la participación ciudadana. 

+ ¿Cómo ves el papel de la mujer en los negocios? Hemos avanzado, pero todavía nos falta, los números dicen que hay porcentajes muy bajos en cuanto a puestos grandes. Me emociona mucho porque creo que estamos en un momento bien importante, en el que no está mal visto que emprendamos, pues cuando era chica, yo me acuerdo que mi mamá sólo tenía una amiga que trabajaba.

Deborah Dana

La fundadora de Canasta Rosa asegura que su misión es impulsar a más mexicanos a emprender, por lo que este proyecto le vino como anillo al dedo, pues a través de él puede lograr su cometido y, al mismo tiempo, divertirse junto a sus colegas. 

Como una de las creadoras del fondo de capital privado Soldiers Field Angels, el cual lanzó junto a otros 23 egresados de la Harvard Business School, tiene la experiencia suficiente para detectar un buen negocio y dar retroalimentación, además, se califica como una tiburona empática, pues ya vivió lo mismo. 

“Por cada sí que he recibido, he tenido 10 no, creo que hay que saber escuchar, entender por qué y regresar. Oigo activamente para entender qué le falta al proyecto y sí puedan invertir; tan pronto logro hacer los cambios que me dijeron, regreso con ellos y ahí ya no te lo pueden negar”, comentó la también fundadora de Kiwilimón, plataforma de recetas de cocina. 

Compartió que en este sector, como empresaria, se pueden experimentar muchos momentos de felicidad y éxito, pero también de temor, los cuales ella ha percibido, sobre todo, después de la pandemia. 

“El momento en el que todos se quieren esconder es el más importante para que quien dirige la empresa se levante y motive a todos a seguir adelante. El año pasado lo vivimos, fue difícil y no porque tuviéramos que cerrar el negocio o no vendiéramos, al revés, porque la plataforma es digital y miles de personas dependían de que funcionara bien para tener sus ingresos”, dijo. 

“Esa situación nos puso a todos a prueba y nosotros salimos gracias a que el equipo le puso el 200 por ciento para hacer, en un mes, lo que antes hacía en seis”. 

Sin embargo, de esta crisis rescata que ahora las personas pueden detectar lo que no agrega mucho valor a su vida, por lo que se han vuelto más eficaces y sabido sacarle el mayor jugo a los servicios de la tecnología, pues con ellos se vuelven más organizados.

“Por cada sí que he recibido, he tenido 10 no, hay que saber escuchar; oigo activamente para entender qué le falta a algún proyecto y poder invertir”.

 

+ ¿Quién es Deborah? Fundadora de Canasta Rosa, plataforma en la que microempresarios locales venden sus productos en línea; también creó Kiwilimón, una página web con videos de recetas de cocina, y fue parte del equipo que fundó el fondo de capital Soldiers Field Angels.

+ Estudios: Licenciatura en Mercadotecnia en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y una Maestría en Administración de Empresas en Harvard Business School.

+ Sus pasiones: La más grande es mi familia, mis hijos, me encanta estar con ellos y dedicarles mi mayor tiempo. La otra es cocinar cuando estoy un poco estresada o necesito divertirme, me pones en una cocina y, bueno, me dejo ir y la paso muy bien, además comemos muy rico. 

+ ¿Cómo ve el papel de la mujer en los negocios? Me encanta compartir la data de Canasta Rosa, en donde el 90 por ciento de los emprendedores son mujeres, sus historias sobre por qué crearon su negocio en los últimos meses y que eso es el ingreso de sus familias son espectaculares. Han sabido ocupar la tecnología para tener opciones, pues tenemos muchos roles y eso nos ayuda.