LOS LABIOS DE THOMAS

Esta obra, realizada por primera vez en 1970, fue en su tiempo una de las más polémicas debido a que exponía a su cuerpo a un gran desgaste físico al, literalmente, abrirse la piel hasta sangrar frente al público. 

Con un pedazo de vidrio de una copa se marcaba una estrella de cinco puntas, a veces invertida, para después azotarse la espalda, una flagelación comúnmente relacionada a la penitencia judeocristiana y luego se recostaba en una cruz de hielo durante horas mientras una lámpara calentaba la herida en su vientre de la que brotaba sangre. 

Todo esto resulta una alegoría sobre cómo la religión marca las vidas de las personas, en este caso de forma literal.

RITMOS

En esta serie de obras, que se presentaron en varios lugares, la artista buscaba explorar de lo que es capaz el ser humano.

Para ello disponía de su cuerpo en el espacio museístico e invitaba a la audiencia a utilizar 72 objetos que estaban dispuestos en una mesa en su cuerpo.

Los objetos eran muy diversos, desde una rosa, plumas, miel, perfume, pan, uvas hasta un bisturí, clavos y una barra de metal. El mensaje de incitación les pedía a los espectadores que hicieran lo que quisieran y que ella misma podía ser usada como un objeto también. 

La primera vez la obra se desarrolló durante seis horas en Estudio Morra en Nápoles en 1974. Los participantes intervinieron el cuerpo de Abramovic rasgando su ropa, pintando en su cuerpo y moviéndolo de diferentes maneras.

RELACIÓN EN TIEMPO

Esta fue una de las piezas más tempranas en la carrera de Marina. 

Constó de un performance de 17 horas y que fue registrado en fotografía y video. La hizo con el fallecido artista y performer Ulay, quien fue su pareja durante un largo periodo. 

Durante todas esas horas los dos permanecieron unidos por un apretado nudo hecho con sus cabellos. A la hora 16 permitieron al público entrar a la galería Studio G7 en Bolonia, Italia en 1977.  

Para la artista éste era un comentario sobre el amor y las relaciones: el video capta las diferentes posturas que adopta el cuerpo cuando se le somete a una inmovilidad absoluta a través de tantas horas.

La idea era señalar que el espectador, sin embargo, no sería del todo testigo de ese desgaste físico y de lo que simboliza para los cuerpos en el performance.

BARROCO BALCÁNICO

Esta pieza, titulada Balkan Baroque, la artista se sienta sobre una gran pila de huesos de animales, que comienza a lavar durante 6 horas por 4 días. En 1977 esta obra en un video instalación le granjeó el Gran Premio de la Bienal de Venecia, la más importante feria de arte a nivel mundial. 

Para la artista esta obra llena de sangre y huesos era una respuesta personal al conflicto armado en la ex Yugoslavia, donde nació.

LA ARTISTA ESTÁ PRESENTE

En 2010, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MoMA, inauguró una exhibición retrospectiva de la obra de Marina Abramovic.

“The artist is present”, la artista está presente, se refería a la vuelta de tuerca que dio la artista serbia al arte al poner el cuerpo en situaciones para  llevar a cabo el diálogo que quería. 

La pieza central, al final de la exhibición, se trataba de una acción para la que Marina permanecía sentada, inmóvil durante todo el tiempo de la exhibición durante tres meses. 

El espectador pasaba a sentarse en una silla frente a ella y la miraba a los ojos durante el tiempo que quisiera. Muchos críticos describieron que en esta obra Marina era una página en blanco y los espectadores no hacían sino reflejarse a sí mismos. 

Este es uno de los últimos trabajos que presentó Abramovic, se trata de una experiencia colectiva a la que el espectador entra una vez que ha dejado a la entrada todas sus pertenencias, incluido su teléfono móvil. 

La música en vivo con un coro de cantantes profesionales y la conexión entre quienes participan del performance invita a llevar los sentimientos al límite y experimentar la tristeza, la alegría y la paz en grupo. 

Esta pieza se presentó en 2017 en el Modern Museet de Suecia.

Información: Alejandra Carrillo