La capacidad de Pep Guardiola en los banquillos fue duramente cuestionada luego de salir del Barcelona.
Su primera oportunidad la vivió con el Bayern Múnich, club que lo llevó con la encomienda de mantenerlos en la cima de Europa, pues la escuadra había conseguido la Orejona del calendario 2012-2013, meses antes de la llegada del ibérico.
Sin embargo, el DT catalán fracasó en su paso por el Gigante de Baviera, pues en las tres temporadas que dirigió al cuadro de Múnich, se estancó en las Semifinales, todas ante equipos españoles.