Perú se alista para celebrar este domingo la esperada segunda vuelta electoral en la que se elegirá al nuevo Presidente de la nación para el periodo de 2021 a 2026.

A diferencia de la primera vuelta, cuando los peruanos eligieron entre 18 candidatos, se elegirán ahora solo entre la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, y el izquierdista Pedro Castillo, de Perú Libre. El que obtenga más votos totales será el ganador.

En total, 25 millones 287 mil 954 peruanos mayores de 18 años están llamados a votar. Las 86 mil 488 mesas de votación estarán abiertas desde las 7:00 horas locales hasta las 19:00. Las personas que estén dentro de los centros de votación podrán sufragar después de la hora estipulada de cierre. El voto es obligatorio entre los 18 y los 70 años.

Para la jornada electoral habrá operativos de seguridad por parte de la Policía Nacional y de las fuerzas armadas. El tribunal electoral anunció que hay 150 observadores, la misión electoral más numerosa es de la Organización de Estados Americanos.

Te contamos quiénes son los candidatos:

Keiko Fujimori

Keiko Fujimori se ha jugado el todo por el todo durante la campaña electoral para ganar el beneplácito de aquellos que por años no la han visto como la primera opción para la Presidencia de Perú.

De la “mano dura” contra la delincuencia, que fue su promesa en la primera vuelta, ha reformulado su discurso para plantearse como la salvadora del “modelo” económico del país, que señala podría ser destruido por su contrincante Pedro Castillo.

Aunque las encuestas la ubican a sólo 2.2 puntos de distancia de su adversario político, brecha que se ubicaba en un principio en alrededor 15 puntos, está consciente de que todavía le queda por hacer para ganar el apoyo del 11.8 por ciento de la población que aún se mantiene indecisa.

No obstante Fujimori, quien por tercera vez contiende como candidata a la Presidencia, tiene en su contra la acusación de delitos de organización criminal y lavado de activos en contexto de la investigación que le sigue la Fiscalía por el caso Odebrecht.

Investigada por presuntamente haber recibido 1.2 millones de dólares de la constructora brasileña para financiar su campaña presidencial de 2011, pasó más de un año en prisión a pedido de la Fiscalía, en dos periodos, entre octubre de 2018 y mayo de 2020.

A esto se suma el descontento de quienes le atribuyen la responsabilidad directa de la crisis institucional y política que enfrentó el país los últimos cinco años, como resultado del “obstruccionismo” contra el Gobierno que impulsó su partido Fuerza Popular cuando tuvo la mayoría parlamentaria.

No le favorece tampoco cargar moralmente la responsabilidad de su padre, el ex Presidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple 25 años de prisión tras ser señalado de violación de derechos humanos durante su administración, cosa que ella niega.

Con esa carta de presentación, la candidata Fujimori ha tratado de dejar atrás la sombra que la sigue adonde quiera que va, y ha buscado mantener un discurso conciliador y familiar, que le ayude a estrechar el vínculo con los peruanos que temen por el futuro del país.

Posiblemente eso ha surtido efecto en alguna medida, pues mientras que al inicio del proceso electoral la medición de las personas que no tenían intención de votar por Fujimori era de alrededor de 72 por ciento, ahora bajó a 45 por ciento, frente al 41 por ciento que tiene su oponente Pedro Castillo, según las últimas encuestas de la consultora Ipsos difundidas el pasado 30 de mayo por la prensa local.

Para consolidar su “voto duro” y captar a los indecisos, la aspirante presidencial de 45 años dijo que mantendrá el “modelo”, y ha planteado una serie de promesas, incluso de corte populista, como dar bonos y entregar directamente a la población parte del canon minero, la participación de la cual gozan los gobiernos locales y regionales sobre las rentas e ingresos que obtiene el Estado por la explotación minera.

Keiko Fujimori es una veterana de la política peruana, pues comenzó a andar este camino a los 19 años, momento en el que se convirtió en la Primera Dama de Perú cuando sus padres, Susana Higuchi y Alberto Fujimori, se separaron.

Administradora de empresas de profesión y ex congresista, está casada con el estadounidense Mark Vito y tiene dos hijas, una de 11 y otra de 13 años.

Ha sido candidata a la Presidencia en dos oportunidades, en 2011 y 2016, en las que ha sido derrotada en segunda vuelta con estrecho margen por sus adversarios Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, respectivamente.

Pedro Castillo

Pedro Castillo es un maestro de 51 años que promete un cambio “profundo”, por lo que mantiene un amplio respaldo social, especialmente en la zona centro y sur del país, con 54 y 72 por ciento, de acuerdo con una encuesta de Ipsos.

Sin embargo, ha sido blanco de críticas de sus detractores políticos, quienes lo consideran una “amenaza” para la estabilidad económica de la nación andina, tras considerar que su plan de Gobierno plantea, entre otras cosas, pasar de un Estado “supervisor” a uno “regulador”.

El candidato presidencial por el denominado “partido del lápiz”, Perú Libre, es un maestro de ascendencia humilde que se hizo conocido en el año 2017 cuando lideró una huelga docente con la finalidad de exigir un aumento salarial para los profesores.

Docente religioso y conservador, ajeno a la política tradicional peruana, pasó a integrar ese partido tras inscribirse el 30 de septiembre de 2020, el último día que se permitía la inscripción, de acuerdo con información presentada por el Jurado Nacional de Elecciones.

Algo que no le ha favorecido durante su campaña, es su cercanía política con el fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, ex gobernador de la región Junín (centro), quien mantiene una sentencia con prisión suspendida por hechos de corrupción.

El candidato nacido en la provincia de Chota, de la región norteña de Cajamarca, defiende que su eventual Gobierno será dirigido por él mismo, pues sostiene que “más allá de lo que diga o deje de decir Cerrón, el que va a gobernar soy yo, soy Pedro Castillo”.

Castillo es considerado por algunos analistas como una figura que surgió “de la nada” en la primera vuelta electoral, en la que se posicionaban otros candidatos según las encuestas de ese entonces.

En las elecciones del 11 de abril, el docente y sindicalista logró el 19.09 por ciento de los votos frente al 13.36 que alcanzó la candidata Keiko Fujimori, y desde ese entonces encabeza la intención de votos, aunque con diferencia mínima de su contrincante.

Pese a las críticas, el candidato característico por su peculiar sombrero “chotano”, mantiene varias de sus propuestas, como la de convocar a una asamblea constituyente para anular la Constitución vigente desde 1993, que fue creada por el ex Mandatario Alberto Fujimori (1990-2000).

En su denominado plan “Perú al Bicentenario sin Corrupción”, sostiene que el proceso se realizará “en el marco de las actuales reglas constitucionales y legales”, e iniciará “el proceso para la convocatoria a un referéndum constituyente”, en el que la ciudadanía definirá si está o no de acuerdo.

En términos económicos, Castillo propone el “relanzamiento del empleo y la economía popular”, en el marco de lo cual se produciría el aumento de la inversión social y pasaría el Estado a ser un “regulador dentro de un enfoque de economía mixta”.

Señala igualmente que, de convertirse en Gobierno, durante los primeros 100 días pondrá en marcha el “Programa Perú Libre de Pandemia”, en el que promete distribución gratuita de oxígeno medicinal, implementación de camas UCI, vacunación universal y gratuita, entre otras promesas.

Nuestra propuesta recoge la esperanza de cambio de los pueblos, y se afirma en un camino de cambio progresivo pero profundo, verdaderamente democrático, guiado por la búsqueda de derechos y oportunidades para todos y todas, con justicia y paz".

José Pedro Castillo Terrones es el nombre completo del aspirante, quien a sus 51 años lidera la intención de votos para el balotaje del 6 de junio, muy diferente a lo que sucedía en la primera vuelta, cuando alcanzaba apenas un 3 por ciento, según la encuesta de Ipsos-El Comercio del 16 de marzo.

Profesor con maestría en Psicología por la Universidad Cesar Vallejo, integró el partido Perú Posible desde el año 2002, cuando trató sin éxito de ser candidato del distrito cajamarquino de Anguía. Dejó de ser parte de ese partido en el 2017, cuando la agrupación política perdió su inscripción.