Historias de terror en Tinder

Como muchas mujeres solteras en México, yo confieso: también he usado Tinder. 

En realidad he usado varios servicios de citas online: llámese Ok Cupid y Bumble, 3fun, etc. ¿Por qué? Porque quiero. No son necesarias más explicaciones. 

No creo que ninguna mujer, ninguna persona en realidad, deba ser juzgada por expresar su deseo, por querer ser amadas y queridas, por querer entablar relaciones de la manera que le sea conveniente a cada quien. 

Esta semana MURAL publicó una historia realizada por la reportera Tania Casillas en la que Mary, una mujer tapatía de más de 40 años, contó que un hombre polaco comenzó con ella una relación digital que culminó en una estafa de más de 600 mil pesos. 

Muchos comentarios en la plataforma la culpaban a ella, que fue la víctima de la estafa por confiar, por querer una relación, por buscarla en una plataforma. Es decir, por el simple hecho de querer ser deseada. 

Yo también he vivido historias de terror, algunas experiencias graciosas y otras citas que culminaron en buenas amistades (antes de la pandemia, al menos) y para contarlas, también entrevisté a mujeres de varios rangos de edades para demostrarle a Mary que no está sola. 

Estas historias pasaron en Tinder, Bumble, Grindr y Facebook Parejas

Hace años conocí en Tinder a un chico que trabaja para una empresa telefónica. Vive en Guadalajara pero es de la India. 

Nos vimos en un starbucks cerca de la Expo Guadalajara y hablamos de relaciones pasadas, de nuestros trabajos y de la vida en general. La primera bandera roja que ignoré fue que dijo que todas las mujeres mexicanas que había conocido eran interesadas y solo les importaba el dinero. 

Después de unas horas hablando me invitó a comer a su casa, lo que después de la conversación acepté. 

Nunca me dijo que en esa casa vivían otros cuatro chicos también de la India, que cuando llegamos estaban pasando el rato jugando videojuegos. La casa apenas tenía muebles y era pequeña. Después de una breve discusión en hindi, que yo por supuesto no entendí, el tipo me dijo que no podíamos usar la cocina y que por qué no pasábamos a su cuarto. Ya en el cuarto, que constaba de un colchón en el piso y una pila de ropa, me senté en su cama y dijimos que veríamos una película. En algún momento, diciendo que iría por una loción especial para darme un masaje, salió de su cuarto dejándome sola allí. 

Asumí que no tardaría, pero después de unos minutos me comencé a poner nerviosa, cuando intenté abrir la puerta me di cuenta de que esta había sido cerrada por fuera con seguro. Entré en pánico y comencé a enviarles mi ubicación en tiempo real y sus fotografías a mis amigas. 

Cuando regresó al cuarto, sin escuchar nada, salí prácticamente corriendo de allí y lo bloquee de mis redes sociales para siempre.

Nimsi, 30 años 

El hombre con el que salí me invitó a tomar una cerveza a su casa, como no quise mantener relaciones sexuales con él y según él “respetó” mi decisión, terminó diciéndome que los próximos hombres en mi vida me iban a tratar mal y él se iba a burlar de mi porque él era mi mejor opción y luego de agredirme verbalmente, me jaloneó e intentó besarme.

Vero, 26 años 

Fuimos al cine. Llegamos una hora antes y mientras hacíamos tiempo nos pusimos a platicar en una banca, él se acercaba mucho a mí, yo me retiraba y le decía que no me sentía cómoda con él contacto físico y decía que lo entendía, pero aún así lo seguía haciendo.

Entramos al cine e intentaba abrazarme, siempre me safaba. Cuando salimos el compita se puso romántico y me quiso besar, me quité y caminé hacia la salida. Caminó detrás de mí, se disculpó y se ofreció a llevarme a mi casa. Le dije que no, que me iba en Uber. Como que se molestó, me agarró del brazo y me puso contra la pared… Me besó a la fuerza. Como pude me solté y corrí al estacionamiento. Me escondí, pedí mi Uber y regresé a mi casa.

Miriam, 30 años 

Conocí a un tipo que le pondremos Luis, total, hice match con él y salimos a cotorrear y me cayó muy bien.

Nos la llevamos padrísimo y empezamos a salir, tuvimos relaciones sexuales y a los cinco meses me enteré que tenía novia, que vivía con ella y eso que seguido se quedaba a dormir conmigo o yo con él, no sé como le hizo para que no nos diéramos cuenta. Después lo caché y me dijo que ya había terminado y no era cierto, después de seis meses ellos terminaron de verdad pero yo ya no quise salir con él.

Luis , 26 años 

Pues fui víctima de asalto y agresión en mi casa por un hombre que me contactó para tener relaciones. En cuanto llegó me dio mala espina y ya medio sabía que no podía hacer mucho, cuando hice el ademán como de “pues no va a pasar nada” y de acompañarlo a la salida, justo al salir de casa hizo como que algo se le había olvidado en mi depa, me regrese, entre delante y ya solo recuerdo la punta de una pistola en mi espalda y la orden de que me quitara la ropa y me pusiera en un rincón. Posterior a eso me encerró en mi patio de servicio, se llevó todo lo que pudo de casa, y me dejó encerrado y sin llaves, lo que siguió fue una odisea que… contarlo me cuesta mucho porque me pesa aún la revictimización ¿sabes?, el “pues tú te lo buscaste”.

Dulce, 27 años 

Quedamos en vernos para tener relaciones, los dos aceptamos. Se dió el día y él llegó a mi casa. Fumamos, bebimos, cotorreamos y tuvimos relaciones. Todo bien hasta ahí…. Hasta que pasaron los días y pues no me apetecía verlo de nuevo y él insistía para vernos y cuando le dije que neta no, él comenzó a insultarme, me llamó “puta” porque de seguro salía con otros y no con él… aunque yo no quería ver a nadie. Entonces, le dije que se fuera a la verga y él así de: discúlpame, es que me gustas mucho…”. 

Dalia, 20 años 

Una vez me pasó con un sujeto con quien hablaba, nos habíamos pasado el whats y charlábamos de manera normal, yo por mis tiempos (y básicamente porque me daba la gana) no le contestaba “rápido” y él me reclamaba, yo de una manera amable le decía que no estaba al pendiente del cel y hasta me disculpaba, hasta que una vez me llegó a mi límite y le dije que dejara de reclamarme y que yo le respondía cuando quisiera y pudiera. 

Y literalmente me insultó y me dijo: “vete a la verga, pues”.

Una de mis conclusiones es que hay que tener mucho cuidado de con quien eliges salir, porque es muy fácil que tiendan a ser violentos o incómodos por sentirse protegidos al estar detrás de una pantalla. Usar tinder u otra app de ligue no es malo per sé, pero hay que contar con muchas precauciones

También conocí vatos muy buena onda por ahí, que simplemente no coincidimos de manera afectiva. Si pudiera dar unos tips sería cerciorarme de que tienen alguna otra red social vinculada (Instagram suele ser casi siempre) que puedas comprobar que lleva un estilo de vida normal, con un círculo de amigos que coincida en diversas publicaciones y que también sea gente “real”. Al igual, antes de salir hablábamos algunos días por whats, donde procuraba que me mandaran notas de voz o cosas así.

Mitzi, 26 años 

Salimos un par de veces en Tinder, pero después de eso a mí no me interesaba seguir la relación. Él no lo entendió y se apareció en mi casa un par de veces sin avisarme, irrumpiendo en mi espacio sin preguntar si podía hacerlo. Me acosaba en mis redes sociales y creaba perfiles falsos o utilizaba cuentas alternas para seguir viendo mi contenido. 

Información: Alejandra Carrillo