Aunque las víctimas de estos delitos pueden ser mexicanas, la mayoría del material sobre ellasque se difunde en Internet está alojado en servidores de otros países y eso hace que se dificulte perseguir a los delincuentes.
Asociaciones mexicanas se unieron con INHOPE, una organización de Holanda que coordina una red mundial, de 43 países, en contra del abuso sexual infantil.
“Sólo con la cooperación internacional se puede lograr el rescate de víctimas de explotación”.