7 sitios arqueológicos en Jalisco que no conocías

Arqueólogos como Otto Shcöndube nos han enseñado que el Occidente es una fuente inagotable y muchas veces inexplorada de vestigios arqueológicos sobre la historia prehispánica de México. 

Muchos de estos hallazgos permanecen sin explorar y la falta de conocimiento al respecto hace aún más difícil su conservación. Más allá de los Guachimontones Jalisco guarda varios sitios secretos, inexplorados que merecen echar un vistazo.

El Ixtépete

Se encuentra a 30 metros del cruce de Avenida Mariano Otero y Periférico.

Este es el segundo centro arqueológico más importante del estado después de los Guachimontones, su principal basamento es una estructura piramidal en la que se cree había construcciones ceremoniales-, se asemeja en forma a la Pirámide del Sol en Teotihuacán, al centro del país, su construcción data de los años 650 y el 750 después de Cristo, es decir, posterior al apogeo de la cultura teotihuacana.

El Ixtépete está conformado por siete construcciones superpuestos en un área representativa de la zona prehispánica del Valle de Atemajac, los terrenos donde se encuentran abiertos al público y el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH) ha emprendido un plan de rescate desde hace años que se retoma este año. 

La población que lo habitó, según el INAH, se asentaban en pequeños barrios de especialistas en cerámica, artefactos líticos y otros productos, además de ser una importante zona de comercio en esta zona del país. 

El Grillo

Se encuentra en el Anillo Periférico “Manuel Gómez Morin, en Zapopan, a unos cuantos metros del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas.

Es una área arqueológica que no ha podido ser del todo protegida todavía ni por el INAH ni por el ayuntamiento de Zapopan, por falta de recursos. 

Es un polígono de alrededor de 12 hectáreas que cuenta con una serie de estructuras, pirámides que datan del año 500 después de Cristo, cubiertas por pasto y tierra así como tumbas de tiro tradicionales de la región. 

A la fecha, el sitio no es visitable al público de forma corriente, ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH-, del Gobierno Federal, no lo tiene abierto al público, mucha gente que pasa a diario por allí ni siquiera conoce la zona y esta ha sido amenazada en varias ocasiones por intereses particulares y la urbanización de la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

Los padres

Entre la Calle Volcán Quinceo y prolongación Guadalupe, Zapopan, en una colonia de alto crecimiento se encuentra un terreno baldío con una serie construcciones que corren peligro desde hace años. 

Los investigadores del INAH se encontraron una zona arqueológica que en su momento abarcó 100 hectáreas donde habían cerca de 35 montículos de construcciones prehispánicas hechas de adobe del año 450 al 900 después de Cristo. Ahora cuenta solo con poco más de nueve hectáreas y fue declarada zona arqueológica desde 1985.

Este terreno es altamente cotizado por el sector inmobiliario y los dueños oficiales del predio, pese a la declaratoria de 1985, han buscado liberar el predio para comenzar a construir allí 

Teocaltitán

Este centro ceremonial, ubicado en Los Altos de Jalisco, mas específicamente en el municipio de Jalostotitlán ha sido uno de los proyectos arqueológicos más importantes en los últimos diez años. 

La zona cuenta con un grupo de más de 25 pirámides y un sitio de juego de pelota, los edificios datan de entre los años 450 y 900 después de Cristo y pertenece a la tradición Grillo de tumbas de tiro y ha sido explorado por investigadores durante casi 15 años. 

Santa Quiteria

Este centro arqueológico explorado recientemente en busca de su recuperación por el INAH y por varios empresarios tequileros se encuentra a los alrededores del Volcán de Tequila, entre los municipios de El Arenal y Amatitán.

Allí se han observado superficialmente dos conjuntos circulares, uno en el área del valle y otro en una elevación, en cuyos alrededores se emplazan diversas terrazas de probable uso agrícola o habitacional, así como, al menos, dos juegos de pelota.

Data de los años 250 antes de Cristo y 400 después de Cristo, y formó parte de los asentamientos de la cultura de Teuchitlán. Se descubrió en la década de los 70 por el arqueólogo Phil Weigand que también estuvo a cargo del estudio de Los Guachimontones.

Ex Laguna de Magdalena

En el municipio de Magdalena Jalisco, las huellas de la vida lacustre de ese lado de Jalisco es un descubrimiento que necesita de resguardo, allí se encontraron formas de vivienda en las orillas de la laguna así como tumbas de tiro monumentales. 

Hasta la primera mitad del siglo XX la laguna de Magdalena era el segundo cuerpo de agua más grande del estado después del Lago de Chapala, allí se desarrolló el florecimiento de la cultura prehispánica Teuchitlán alrededor del año 500 antes de Cristo.

Cuando la laguna se secó, se descubrieron vestigios que dan cuenta del desarrollo de un sistema de chinampas siglos antes de que sucediera en la ciudad de Tenochtitlán, en el Valle de México.

Desde 2018 más de 200 hectáreas del municipio donde se encontraba la laguna entraron a Declaratoria de Patrimonio del estado de Jalisco como una reserva patrimonial de carácter mixto.

Petrograbados de Jesús María

En esta zona de los Altos de Jalisco hay una especie de santuario de petrograbados, una especie de pintura rupestre relacionada con sitios arqueológicos.

En Jesús María hay alrededor de 600 que datan de épocas prehispánicas, aunque no se ha determinado con exactitud a qué población pertenecieron y siguen siendo investigados por el Colegio de Michoacán. Hay especialistas que los sitúan como representaciones celestes pertenecientes a culturas del Bajío entre 300 y 900 años después de Cristo. 

Información: Alejandra Carrillo. Fotos: INAH, Universidad de Guadalajara, Facebook.