Se cumplen 45 años del histórico 10 de Nadia Comaneci
Gimnasta rumana, con sólo 14 años, sorprendió al mundo en Montreal 1976

En la gimnasia, la perfección es sinónimo de Nadia Comaneci. Y es que nadie como ella, pues hoy hace 45 años maravilló a toda una generación en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 con su actuación en el Forum de la ciudad canadiense, logrando el primer 10 perfecto en la historia de la gimnasia olímpica.

"No huyo de un reto porque tenga miedo. Al contrario, corro hacia el reto porque la única forma de escapar al miedo es arrollarlo con tus pies”.

Así fue el 10 perfecto

En el momento nadie podía creer lo que los  jueces evaluaron, pues en los marcadores sólo aparecía una calificación de 1.0, pese a la gran rutina que Comaneci dio sobre las barras, debido a que las pizarras no podían marcar más de 9.99. A través de la megafonía del recinto y con cartulinas, los jueces confirmaron el 10 tras la actuación de la rumana.

La pizarra electrónica marcaba 1.00 y no 10.00 para Nadia, ya que no estaba preparada para 4 dígitos, lo que causó confusión.
  1. En Montreal 76, Nadia obtuvo en 7 ocasiones la calificación perfecta, además cosechó 3 de los 4 oros que logró Rumania en la justa, junto a una plata y un bronce. Cuatro años después, en Moscú 80, la gimnasta tuvo 2 oros y 2 platas y cerró su  participación en los Juegos Olímpicos.

Intentó hacer el ciclo olímpico rumbo a Los Ángeles 1984, pero entre lesiones y su inactividad, decidió retirarse, aunque no dejó la gimnasia, pues se dedicó a ser entrenadora. 

El legado de la rumana sigue en pie, a la puerta de que se celebren los Olímpicos en Tokio, donde Simone Biles se perfila para ser la gran ganadora en la competencia, aunque la historia siempre marcará que nadie como Nadia.

SU COSECHA EN MONTREAL

3 oros

1 plata

1 bronce

7

CALIFICACIONES
perfectas logró Nadia

9

MEDALLAS
logró Comaneci en los Juegos Olímpicos.

¿Qué hace ahora?

Al alcanzar la gloria, Nadia Comaneci se convirtió en el estandarte de una Rumania comunista, dirigida por el dictador Nicolae Ceaucescu.
En 1989, la gimnasta escapó a través de los bosques rumanos con destino a Austria y posteriormente se dirigió a
Estados Unidos, donde reside actualmente.
En 1996, Comaneci se casó con el también gimnasta Bart Conner y 10 años después se convirtieron en padres de un niño.
El matrimonio se estableció en Oklahoma, donde pusieron una academia e incluso colaboraron en la creación de la revista International Gymnast, editada por Paul Ziert, entrenador y agente de Conner.

Pese a que abandonó su tierra natal, Nadia sigue enlazada con ella, pues es presidenta honoraria tanto de la Federación Rumana de Gimnasia como del Comité Olímpico Rumano, además de ser vicepresidenta del Consejo de Dirección de Olimpiadas Especiales y embajadora de Deportes del país.

También tiene  participación en las Olimpiadas, ya sea como parte de la Federación Internacional de Gimnasia o como comentarista en las
transmisiones de la disciplina de sus amores.

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