Mercedes Noriega y Mercedes Vigil

La amistad entre Mercedes Noriega y Mercedes Vigil surgió cuando ambas estudiaban en el CESSA y, desde entonces, uno de sus temas afines fue la pasión por México.

Al terminar sus carreras, tomaron rumbos diferentes, pero hace cuatro años se unieron para crear Mesaviva, proyecto a través del cual comparten la riqueza cultural nacional a través de experiencias gastronómicas.

“Lo que hacemos es la curaduría de todo un evento, apoyadas por un equipo de cocina,música, decoración y mobiliario, para lograr que los invitados se sorprendan al demostrar un lado de México que la gente no conoce”, comentó Vigil, quien se graduó en Administración en Hotelería.

“Trabajamos con artesanos y productores locales, además de que siempre hay una investigación detrás de cada propuesta; en los menús ponemos un poco acerca de la historia de cada platillo, del recinto o del museo donde estemos, porque nos gusta que se vayan con toda la información de lo que vivieron”.

Una de sus finalidades es resaltar todos los ingredientes tradicionales del País, sobre todo el maíz, además del chile, en sus diferentes variedades, el cual utilizan con mucho cuidado porque saben que tienen comensales con poca tolerancia al picor o extranjeros.

“Hacemos partícipes a muchas personas dentro de los eventos que tienen que ver con la cultura mexicana, siempre incluyendo artesanos y productores locales”.

Mercedes Vigil, administradora en hotelería

“Siempre tratamos de meter maíz en la entrada, el canapé o hasta en el plato fuerte, porque ahora como muchos son vegetarianos o veganos se puede incluir más y, cabe destacar, es muy nutritivo.

Por otro lado, si ocupamos salsas, avisamos qué tanto pican u ocupamos los chiles secos para decoración”, dijo Noriega, administradora de restaurantes y a quien llaman “Meme” de cariño.

Y como en lo que hacen la presentación es esencial, las socias ponen especial atención en las vajillas en las que servirán la comida o los utensilios que utilizan en sus montajes de coffee break, siempre con un común denominador, que sean piezas hechas por artesanos mexicanos.

“La selección del tipo de platos tiene que ver con el tipo de gastronomía, el lugar y el cliente; utilizamos mucho la piedra volcánica, barro bruñido, talavera y nos gusta meter detalles como tortilleros con toques artesanales para complementar”, contó Mer.

Las socias realizan la curaduría de todo el evento para lograr que sea una vivencia culinaria integral, la cual sorprenda a los asistentes al dejar en evidencia un lado del país del que poco se conoce.

Su iniciativa se ha visto enriquecida, pues las dos pertenecen al Patronato de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular, A. C., y tienen la oportunidad de acercarse aún más al trabajo de diferentes comunidades alrededor de la República.

“Empatan con nuestros objetivos, pues el fin de ambas partes es ayudar a los artesanos y es lo que hacemos en nuestros eventos, compartir esta cultura, entonces, tiene muchísimo que ver, nos ha fortalecido”, platicó Meme.

“Saber que una persona se va de estas experiencias gastronómicas con un cachito de México es cumplir nuestra misión y una gran satisfacción”.

Mercedes Noriega, administradora en restaurantes

SU TRABAJO

Antes de empezar con la organización de cualquier evento, siempre hay una investigación detrás de cada propuesta para hacerla única
y personalizada.
Cena en el Museo de Arte Popular inspirada en las obras que alberga el lugar con alebrijes iluminados gigantes, mariachi, cuarteto de cuerdas, decoración floral y ambiental.
Cena para Jean Paul Gaultier en el Museo Frida Kahlo, donde el montaje estuvo inspirado en las tradiciones y costumbres que rodean el Día de Muertos.
Montaje de mesa en Casa Gilardi para una cena empresarial, en la que se respetó la arquitectura del espacio y se iluminó únicamente con velas. La vajilla era de barro bruñido de Puebla.
Experiencia gastronómica y cultural en el Taller de La Casa Estudio Luis Barragán, la cual se diseñó
con un enfoque en la vida y obra
del arquitecto.