Pedro Castillo es un maestro de 51 años que prometió un cambio profundo en Perú, por lo que mantiene un amplio respaldo social, especialmente en la zona centro y sur del país.

Sin embargo, ha sido blanco de críticas de sus detractores políticos, quienes lo consideran una amenaza para la estabilidad económica de la nación andina, tras considerar que su plan de Gobierno plantea, entre otras cosas, pasar de un Estado “supervisor” a uno “regulador”.

Castillo, el tercero de nueve hermanos, se hizo algo conocido como dirigente sindical de una larga huelga de maestros en 2017. Casado con Lilia Paredes, también una maestra de escuela pública, tiene dos hijos, y ha criado desde niña a la hermana de su esposa, a la que considera como otra hija

Docente religioso y conservador, ajeno a la política tradicional peruana, pasó a integrar ese partido tras inscribirse el 30 de septiembre de 2020, el último día que se permitía la inscripción, de acuerdo con información presentada por el Jurado Nacional de Elecciones.

Castillo ganó las elecciones del 6 de junio por poco más de 40 mil votos a la derechista Keiko Fujimori, a pesar de una amarga batalla legal por el resultado. Su rival ahora ha prometido luchar contra lo que llama sus planes comunistas

Algo que no le favoreció durante su campaña, es su cercanía política con el fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, ex gobernador de la región Junín (centro), quien mantiene una sentencia con prisión suspendida por hechos de corrupción.

El candidato nacido en la provincia de Chota, de la región norteña de Cajamarca, defiende que su Gobierno será dirigido por él mismo, pues sostiene que “más allá de lo que diga o deje de decir Cerrón, el que va a gobernar soy yo, soy Pedro Castillo”.

Castillo es considerado por algunos analistas como una figura que surgió de la nada en la primera vuelta electoral, en la que se posicionaban otros candidatos según las encuestas de ese entonces.

Pese a las críticas, el candidato característico por su peculiar sombrero “chotano”, mantiene varias de sus propuestas, como la de convocar a una asamblea constituyente para anular la Constitución vigente desde 1993, que fue creada por el ex Mandatario Alberto Fujimori (1990-2000).

En su denominado plan “Perú al Bicentenario sin Corrupción”, sostiene que el proceso se realizará “en el marco de las actuales reglas constitucionales y legales”, e iniciará “el proceso para la convocatoria a un referéndum constituyente”, en el que la ciudadanía definirá si está o no de acuerdo.

En términos económicos, Castillo propone el “relanzamiento del empleo y la economía popular”, en el marco de lo cual se produciría el aumento de la inversión social y pasaría el Estado a ser un “regulador dentro de un enfoque de economía mixta”.

Señala igualmente que, de convertirse en Gobierno, durante los primeros 100 días pondrá en marcha el “Programa Perú Libre de Pandemia”, en el que promete distribución gratuita de oxígeno medicinal, implementación de camas UCI, vacunación universal y gratuita, entre otras promesas.

Perú es emergente y rechazo rotundamente que vamos a traer modelos de otros países. ¡No somos chavistas, no somos comunistas, no somos extremistas! Voy a dejar el sudor, luchando por este pueblo que nos vio nacer para que todos tengamos las mismas oportunidades"

José Pedro Castillo Terrones es el nombre completo del aspirante, quien a sus 51 años lidera la intención de votos para el balotaje del 6 de junio, muy diferente a lo que sucedía en la primera vuelta, cuando alcanzaba apenas un 3 por ciento, según la encuesta de Ipsos-El Comercio del 16 de marzo.

Profesor con maestría en Psicología por la Universidad Cesar Vallejo, integró el partido Perú Posible desde el año 2002, cuando trató sin éxito de ser candidato del distrito cajamarquino de Anguía. Dejó de ser parte de ese partido en el 2017, cuando la agrupación política perdió su inscripción.