El informe registró 11 mil desastres atribuidos a fenómenos extremos en todo el mundo desde 1970 hasta 2019. En ese periodo, los eventos se multiplicaron por cinco.
Entre 1970 y 1979, hubo 711 desastres, mientras que en el plazo de 2000 a 2009, se registraron 3 mil 536.
Se calcula que los 11 mil desastres causaron más de dos millones de muertes y pérdidas materiales que superan los 3.64 billones de dólares.
En todo el mundo, el 44 por ciento de los desastres estuvieron asociados con inundaciones, mientras que un 17 estuvo relacionado con ciclones tropicales.
En tanto, las sequías fueron responsables de las pérdidas humanas más graves durante ese periodo, con unas 650 mil muertes, mientras que las tormentas dejaron más de 577 mil fallecidos. Las inundaciones, por su parte, han cobrado unas 59 mil vidas en los últimos 50 años y las temperaturas extremas cerca de 56 mil muertes.
Más del 90 por ciento de los más de dos millones de muertes se produjeron en lo que la ONU considera como países en desarrollo, mientras que casi el 60 por ciento del daño económico ocurrió en países más ricos.
El alcance de la destrucción crece porque más gente se instala en zonas peligrosas a la vez que el cambio climático hace los desastres más fuertes y frecuentes, según responsables de desastres y meteorología en Naciones Unidas.