Miles de salvadoreños están protestando contra el Presidente Nayib Bukele, a quien acusan de autoritario y le exigen respetar la separación de poderes. La marcha del miércoles es la primera protesta masiva contra la Administración de Bukele, quien asumió el 1 de junio de 2019 para un periodo de cinco años
Una reinterpretación del Máximo Tribunal del país que le permitiría reelegirse en el cargo, la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal en el país y una reforma judicial están en el centro del descontento.
Te explicamos qué esta pasando en El Salvador.
CESE DE UN TERCIO DE JUECES
A finales de agosto, la Asamblea Legislativa de El Salvador, que es controlada por el partido Nuevas Ideas del Presidente Nayib Bukele, aprobó una polémica reforma judicial que implicará la jubilación inmediata de un tercio de los jueces y fiscales del país.
Según la reforma, los magistrados y jueces pueden ser cesados al cumplir los 60 años o al cumplir los 30 años de servicio.
La norma no aplica a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, pero agrega que el magistrado o juez que ha cesado en sus funciones quedará en régimen de disponibilidad, si así lo consintiere expresamente, pudiendo a la Corte Suprema determinar la posibilidad de seguir ejerciendo en determinada sede judicial en caso de necesidad.
La medida fue ampliamente criticada por la Oposición, que votó en contra, por activistas, e incluso por la Iglesia Católica. Los críticos dicen que la reforma es un golpe contra la independencia del Poder Judicial, pues Bukele y su partido no dieron razones para el cambio.
La única justificación del Mandatario es que la reforma “retirará a los jueces corruptos”.
Este cambio llega luego de otro golpe de Bukele, quien llegó al poder en 2019, contra la Justicia, luego de que destituyera en mayo a los jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, el máximo tribunal del país. Esto fue criticado Estados Unidos y órganos internacionales.
En mayo, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) retiró parte de su apoyo al país, después de que Washington expresara preocupación por las medidas impulsadas por Bukele contra el poder judicial y subrayar el riesgo que representan para la independencia de poderes.
Ha llegado el momento de defender la democracia. Esta marcha es simbólica, representa el cansancio de tantas violaciones a la constitución; es un reclamo a estas nuevas modalidades de esclavitud''.
Sidney Blanco, ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
LAS PROTESTAS
Fotos: Grupo REFORMA
REELECCIÓN
Unos días después de la reforma judicial, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador abrió las puertas a la reelección de Bukele, quien podría competir en las próximas elecciones por un segundo mandato en 2024.
Los jueces nombrados por el Congreso oficialista el 1 de mayo, después de que Bukele destituyera a los anteriores, emitieron un fallo que reinterpreta una decisión de 2014 que prohibía a un Presidente buscar la reelección en los 10 años siguientes de dejar el poder.
El fallo ordenó al Tribunal Supremo Electoral de El Salvador permitir “que una persona que ejerza la Presidencia de la República y no haya sido Presidente en el periodo inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión”.
Esto implica que Bukele puede competir por la reelección inmediata, ya que no fue Presidente en el periodo de 2014 a 2019 (inmediato anterior).
Los críticos y opositores han señalado que la medida es inconstitucional pues la Carta Magna prohíbe aspirar a la Presidencia a quien “haya ocupado el cargo por más de seis meses en el mandato anterior o en los últimos seis meses anteriores al inicio del período presidencial”.
De nuevo, Estados Unidos y organismos internacionales, como Human Rights Watch, condenaron el movimiento y señalaron que la decisión es “claramente contraria a la Constitución salvadoreña” y que “la democracia en El Salvador está al borde del abismo”, respectivamente.
La República está en peligro, por eso estamos demandando respeto a la independencia de poderes y no estamos de acuerdo con la reelección presidencial".
Zaira Navas, de la ONG de Derechos Humanos Cristosal.
BITCOIN
El 7 de septiembre El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el Bitcoin como una criptomoneda de curso legal que puede ser utilizada en cualquier transacción. Los negocios deberán aceptar pagos en esa moneda digital, salvo los que carezcan de la tecnología para hacerlo.
Desde que entró en vigor se puso a disposición de los salvadoreños la billetera electrónica Chivo wallet y el Congreso aprobó un fideicomiso que se usarán para pagar un bono de 30 dólares a los salvadoreños para incentivar su uso. La billetera Chivo permite convertir las criptomonedas en dólares.
Pero las prolongadas fallas en el sistema y una intensa campaña de rumores han hecho crecer las dudas y la desconfianza sobre el uso del Bitcoin.
En la protesta de este miércoles, muchos de los manifestantes vestían camisas blancas o negras que decían “NO al Bitcoin” y algunos pocos vandalizaron las cabinas donde el Gobierno ha instalado los cajeros Chivo para hacer las transacciones con la criptomoneda.
Marchamos porque no queremos esa ley bitcóin porque no nos favorece. A veces sube o a veces baja, es bien volátil".
Natalia Belloso, manifestante.