Hace cerca de tres años, Ana María Cabrejas dio un giro a su vida para ir en búsqueda del sueño de convertirse en padelista profesional; ahora, con mayor madurez y temple, se prepara para dar lo mejor de sí en el Campeonato Mundial de Pádel Qatar 2020.

Crecida en una familia aficionada a los triatlones, el deporte fue parte esencial de su desarrollo, y tras haber jugado tenis desde pequeña, descubrió el pádel en su adolescencia para nunca soltarlo.

Fue así que paralelo a sus estudios universitarios y antes de optar por dedicarse a su pasión, el compromiso deportivo siempre iba de la mano, ya que con sacrificio se dividía para salir adelante en cada aspecto que desempeñaba, entre tareas y competencias.

“Alcancé a mezclar bien las cosas; era complicado, me levantaba a las 5:30 de la mañana para entrenar, después, hacía la parte física a la hora de la comida antes de llegar a la universidad, nunca paré de jugar”.

Finalmente, después de regresar del Mundial de Pádel de Paraguay 2018, tomó la determinación de decirle a sus papás que quería irse a España a entrenar, quienes, con reservas, especialmente su padre, accedieron a apoyarla.

De esta manera, con la ayuda de patrocinadores, la atleta llegó al país sede del World Padel Tour (WPT), en donde pronto se sometió a las exigencias que demandaba el crecer en uno de los referentes de esta actividad.

“Quería entrenar con Horacio Álvarez Clemente, quien, actualmente, es uno de los mejores entrenadores del mundo, yo ya contaba con siete años de experiencia, pero cuando llegué me dijo que no sabía jugar pádel; me empezó a enseñar desde cero, como si fuera una persona que jamás agarró una raqueta”, mencionó la mexicana de 30 años.

“El primer año fue muy duro para mí, entre el hecho de estar sola y hacerme una vida ahí, pero en el segundo di un salto: empecé a competir con parejas mejores que yo, más resultados y a bajar mi ranking, porque cuando llegué estaba arriba del número 400 mundial”.

Así como Ana Ma ría quiere ser inspiración para los futuros padelistas, ella misma tiene algunos deportistas a los que admira, como Serena Williams, Ra fael Na dal, y, dentro de su deporte, al argentino Fernando Belasteguín.

Para no dejar de lado su parte creativa, Ana Ma ría se unió a un proyecto llamado Naya Arte Huichol, con el que busca beneficiar a artesanos a través de la venta de piezas decorativas, mismas que se enfocan en elementos deportivos, como palos de golf, raquetas, pelotas, cascos, entre otros.

“En la cancha siento adrenalina y pasión por lo que hago. Me dedico 100 por ciento a ello; cada entrenamiento me esfuerzo al máximo, estoy muy concentrada en lo que tengo que hacer y, al mismo tiempo, siento mucha felicidad”.

A la fecha, Ana María ha logrado incursionar al top 100 del torneo de referencia mundial en su disciplina, y se ha enfrentado con grandes exponentes en distintos torneos a lo largo de cerca de 60 encuentros en el WPT.

Asimismo, en marzo pasado clasificó junto a su compañera, Ana Paula de la Peña, al XV Campeonato Mundial de Pádel a realizarse del 15 al 20 de noviembre en Doha, Qatar, lo que significa para ella una enorme oportunidad para representar a su País.

“Me llena de orgullo ver mi bandera ahí y pensar que puedo inspirar a otros niños y niñas para animarse a ir a participar en el circuito profesional”, expresó, “quiero ubicar al País en los tops, en las primeras posiciones, para mí eso siempre fue muy importante”.

Finalmente, en sus últimas competencias ha refrendado su buen paso, como lo fue el segundo lugar que obtuvo dentro del Panamericano Absoluto de Pádel, en Tijuana, al lado de quien será su compañera en el próximo Mundial.

Por lo pronto, con ese buen ritmo, se encuentra aprovechando su tiempo al máximo para prepararse y poner el nombre de México en lo más alto, en Qatar.