En 1973, el mexicano Ramón Carlín logró la proeza de convertirse en el ganador de la primera edición de The Ocean Race; ahora, casi 50 años después y con ausencia de mexicanos desde ese entonces, Erik Brockmann buscará repetir la hazaña.
De esta manera, con el “timing” de este acontecimiento, hace dos años Erik y otros compañeros se plantearon la idea de disputar la competencia de regata de larga distancia más importante del mundo.
“Es un reto enorme, no por nada no se ha vuelto a realizar, lo que hizo Ramón Carlín en su momento fue increíble, se trató de un triunfo histórico para México, pero también las cosas han cambiado mucho, desde el profesionalismo del deporte y los barcos; es otra regata, se ha vuelto más difícil”, dijo el velerista.
“Son dos mundos diferentes, hoy y en el 73, pero con el mismo propósito que es dar la vuelta al mundo en velero y buscar tener el mejor resultado posible; el objetivo siempre será ganar, después de lo que hizo él (Ramón Carlín) sería fascinante”.
“Es hacer todo lo posible por un muy buen resultado en The Ocean Race, pero, si no es en ésta, que en cuatro años haya otros equipos mexicanos y se empiece a hacer costumbre estar en esta regata”.
Erik Brockmann, velerista
Para Brockmann, ese primer título significó que México esté en el mapa de campeones, ya que sólo dos capitanes latinoamericanos, por separado, han conquistado esta competencia, Ramón Carlín, de México, y Torben Grael, de Brasil; aunque sólo el primero ganó a bordo de una embarcación latina.
Por ello, con ese antecedente, Erik actualmente busca conformar un crew con mexicanos y extranjeros expertos listos para lidiar a bordo del “Viva México”, de cara a las exigencias que demandará la ruta para este navío VO65.
“Hay que mantener un balance para mantener un equipo competitivo, con un porcentaje lo más alto posible de mexicanos, sabiendo que tenemos la experiencia adecuada entre todos”, explicó el capitán de 31 años de edad, “tienes que hacer una gran preparación y luego tener ese extra para que se den las cosas bien”.
