El 30 de septiembre de 2016, Paola Buenrostro, una mujer trans y trabajadora sexual de 24 años, fue asesinada por un hombre, en la Colonia Buenavista. A 5 años del transfeminicidio, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) ofreció una disculpa por su actuación.

La Comisión de Derechos Humanos (CDH) comprobó diversas irregularidades en el trabajo del personal de la FGJ, como lo fue el negar la identidad de género y permitir que el homicida fuera dejado en libertad. Además, el asesinato fue considerado como el primer caso reconocido de transfeminicidio en la Ciudad.

La madrugada del 30 de octubre, Paola se encontraba sobre Puente de Alvarado cuando un automovilista llegó a solicitarle un servicio. Ella accedió y subió al vehículo del sujeto. 

Luego de avanzar unos metros, el hombre le disparó tras escuchar su voz e identificarla como mujer trans.

Kenya Cuevas, compañera de Buenrostro, se acercó al lugar, donde encontró el cuerpo de su amiga en el asiento del copiloto. Las trabajadoras del lugar impidieron que el conductor pudiera escapar y llamaron a una patrulla que trasladó al responsable al Ministerio Público. Sin embargo, el juez ordenó su liberación.

Cuando el cuerpo de Paola era trasladado al servicio funerario, Kenya Cuevas detuvo el automóvil y bajó el ataúd para bloquear Avenida Insurgentes. Desde entonces, Cuevas arreció su activismo en favor de los derechos de las personas trans.

En junio de 2019, la CDH emitió una recomendación dirigida a la entonces Procuraduría General de Justicia capitalina, en la que se acreditaron los atropellos cometidos por parte de las autoridades contra Paola y Kenya, quienes fueron víctmas de discriminación y violentadas por ser mujeres trans y trabajadoras sexuales.

La CDH señaló que las instituciones públicas encargadas de investigar, juzgar y sancionar el crimen fallaron desde que calificaron el asesinato como un homicidio doloso y no como un crimen de odio en función de la identidad de género.

La CDH solicitaba el reconocimiento público de las fallas institucionales y la reparación del daño a la víctima aún con vida. 

Sin embargo, ninguna de las peticiones fue cumplida inmediatamente, por lo que Kenya se movilizó junto con un contingente de mujeres trans. En esa ocasión, bloqueó ambos sentidos de Periférico, donde colocó un ataúd para exigir que las recomendaciones fueran atendidas

Recomendaciones de la CDH:

  • Modificar el protocolo en función de la perspectiva de género
  • Modificar el código penal para que el crimen sea reconocido como transfeminicidio
  • Reparación integral de los daños
  • Efectuar la orden de aprehensión en contra del culpable
  • Disculpa pública por parte de las autoridades

(Se) evidencia tanto el desconocimiento del marco normativo en derechos humanos y su enfoque, como del contenido del protocolo de actuación que, desde 2012, está dispuesto para guiar a las autoridades ministeriales en la investigación de delitos relacionados con personas de la población LGBTTTIQAP

Óscar Mireles

Tras las protestas en Periférico, las autoridades aseguraron que emitirían una disculpa pública en marzo de 2020, lo que quedó pausado por la contingencia sanitaria por más de un año. Este jueves, la Fiscal Ernestina Godoy se disculpó públicamente en un acto realizado en el mismo punto donde Paola fue asesinada.

La FGJ reconoció que se violentaron los derechos a la identidad de género, a la igualdad y a la vida privada de Buenrostro y Cuevas, a quienes se discriminó por ser mujeres transexuales y trabajadoras sexuales.

Además, aceptó negligencia para que se formulara la imputación dentro de la audiencia inicial y negativa de reconocer a Kenya como víctima indirecta del delito

“La Fiscalía reconoce la responsabilidad institucional en las violaciones y ofrezco una disculpa pública a la memoria de Paolo Buenrostro, a su familia, así como a Kenia Cuevas, por la violación a sus derechos humanos, la falta de diligencia, de perspectiva de género y el enfoque diferenciado

Tras la disculpa de Godoy, Kenia emitió un mensaje a su mejor amiga

“Paola tú muerte nos encontró, ahí estabas tú agonizando sentada en el asiento del copiloto tras los disparos que sonaron adentro del coche estacionado justo aquí. 

“Sólo recuerdo mis gritos pidiendo una ambulancia, aquella noche todo fue confuso, pero no olvido aquél rostro de tu agresor, se ha vuelto una sombra”, dijo. 

Tras el acto de disculpa pública, en el sitio se develó una placa en memoria de Buenrostro, como un altar a la mujer. 

Óscar Mireles