Alfredo di Roma
Inaugurado en 1996, es un clásico de la cocina italiana dentro del Presidente InterContinental. Famoso su fettucine Alfredo, con mantequilla y parmesano. La receta original, creada en 1908 y heredada por tres generaciones de la familia Di Lelio, es la que se sirve en sus mesas.
Durante esta temporada, el chef Mauro Chiecchio, a sus ya conocidos spaghetti con langosta y alcachofa, linguine ai futti di mare y lasagna alla bolognese, suma creaciones con trufa blanca.
Hotel Presidente InterContinental Campos Elíseos 218, Polanco
Bodega Malazzo
Este restaurante ítalo-argentino debe su fama a los cortes que salen de la parrilla, pero en su menú hay también pastas, hechas en casa, con salsas clásicas (boloñesa, siciliana, pesto, al burro, Alfredo…) bastante recomendables.
En su tienda hay variedad artesanal, empacada y lista para llevar a casa: tallarines, ravioles, raviolones, sorrentinos… y salsas bolognesa, siciliana y pesto.
Lago Iseo 298, Anáhuac I
Lalo!
Cierto, este concepto del chef Eduardo García no se especializa en la materia, es más bien un café con desayunos y cocina casual, pero uno de los favoritos de G.L. Othón para comer pasta.
Las propuestas van y vienen según los productos de temporada, a veces hay spaghetti de albahaca con mariscos y bottarga, otras campanelle cacio e pepe… pero la variedad es siempre fresca y hecha en casa.
De momento, la carta enlista dos opciones: parpadelle con ragú de chamorro wagyu y spaghetti a la arrabiata estilo Lalo; suficientes para conquistar a nuestro crítico.
Zacatecas 173, Roma Norte
Osteria 8
Fiel al concepto de osteria, es un sitio desenfadado que sirve vino y comida sencilla, uno de esos secretos bien guardados entre los habitantes del barrio, que abarrotan sus mesas.
Pasta y pizza son los protagonistas del menú. La propuesta es concisa y sin mayor complicación: favoritos de la cocina italiana bien conocidos y con ingredientes que no requieren oropel.
Entre las pastas frescas hay fettucini, tagliatelle y parpadelle. Su rigatoni alla amatriciana de lo más taquillero.
Sinaloa 252, Roma Norte
Quattro
Se enfoca en la gastronomía del norte de Italia y su especialidad son las pastas hechas en casa y los mariscos mediterráneos. La propuesta es extensa, con verduras, frutos del mar y carne.
Imperdibles los clásicos, como la lasaña, pero quienes buscan auténtico placer sin reparo por las calorías deben probar su tagliolini con mantequilla trufada.
Durante noviembre, se convierte en el sitio idóneo para los amantes de la trufa blanca de Alba, con un menú especialmente dedicado a este exquisito y delicado ingrediente.
Hotel JW Marriott. Av. Sta Fe 160, Santa Fe
Rosetta
La chef Elena Reygadas conjuga, con maestría, producto mexicano de temporada y tradición italiana. Desde su apertura, en 2010, este restaurante ha conquistado comensales con sus originales pastas.
Gnocchi de papa, huitlacoche y verduras de la milpa, ravioles de camote, suero de leche y salsa macha, pappardelle, higaditos de pollo y salvia son algunas de las opciones en el menú de esta temporada.
Colima 166, Roma Norte
Sartoria
El chef Marco Carboni, pupilo de Massimo Bottura, ofrece auténtica gastronomía italiana elaborada con ingredientes de temporada y de la mejor calidad, procedentes de pequeños productores. En su cocina se rinde tributo a la elaboración artesanal de pasta fresca.
A las opciones tradicionales, como lasagne al horno y tortellini con crema de parmigiano y nuez moscada, se adhieren propuestas coloreadas con tinta de sepia o rellenas con ricotta y quelites.
Orizaba 42, Roma Norte
¿Y para comprar?
Bottega Sartoria
Un deli también bajo la batuta del chef Marco Carboni, hay pasta fresca y salsas.
Orizaba 39, Roma Norte
Nero
En su tienda puedes encontrar pasta fresca, pan recién horneado, salsas y vinos.
Monte Líbano 915, Lomas de Chapultepec
Pastificio
Un taller de pasta fresca que también ofrece clases, catering y experiencias.
Julio Verne 112, Polanco