'ABOLIR CAPITALISMO Y PATRIARCARDO'

POR: ALEJANDRO ALBARRÁN

La crisis climática no terminará sin antes abolir el capitalismo, el patriarcado y todos los sistemas de opresión que la ocasionan. Esta es la conclusión a la que llega Christian Topaz Vega, activista no binarie de 18 años, quien estudia Ciencias Ambientales en Singapur, en el Yale-NUS College, antes de la cumbre climática de Naciones Unidas en Glasgow, que inició ayer.

A finales de septiembre, participó como representante de México en Milán, en la cumbre Youth4Climate, un evento previo a la Pre COP26, en el que se convocó a 400 delegados de 186 países para discutir y presentar propuestas para la reunión de noviembre.

Topaz espera muy poco de la COP, mucho “blah, blah, blah” de los políticos, justo como lo que vio en Milán, donde los representantes de los Estados que respondieron a las preguntas de los jóvenes llegaron con “discursos hechos” y no ofrecieron compromisos concretos.

En la ciudad italiana, dijo, hubo “Youthwashing”: “esta idea de que la juventud está participando, pero realmente solo le estamos dando un lugar en la foto y no están participando en los procesos políticos necesarios para el cambio”.

“Lo que a mí me gustaría es un cambio en las ideas centrales, de términos muy técnicos y discusiones extremadamente estrechas, que llevan a mucho blah blah blah, a un reconocimiento de lo que se necesita, que es decolonizar, quitar el colonialismo y también quitar el patriarcado, porque esos son los sistemas que nos están llevando al cambio climático”, zanja en entrevista.

Hizo también un llamado para que se diversifiquen las voces del activismo climático de modo de que se visibilice lo que sufren los países y comunidades más afectados.

El centro del movimiento ya no puede ser Europa, y particularmente ya no puede ser Greta (Thunberg) tal cual como una personalidad o como esta idea de la activista estrella. Se tiene que diversificar, se tiene que centrar en las personas que son más afectadas del sur global".

'¡BASTA DE PROMESAS VACÍAS!'

POR: EMILIA MARTÍNEZ

La exigencia inmediata de Juventud Por El Clima, el capítulo español del movimiento ecologista encabezado por jóvenes Fridays for Future, es muy claro: que los líderes reunidos en Glasgow, Escocia, para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) tomen acciones y no sólo den “promesas vacías”.

“A nosotros, una de las medidas principales que más nos gustaría que se adoptaran sería la reducción de gases de efecto invernadero”, dijo, en entrevista con REFORMA, Pere Joan Femenia, uno de los voceros del movimiento.

“Reclamamos que se reduzcan para 2030, al menos, 55 por ciento las emisiones, y eso choca con la ley que han aprobado en España que solo prevé 23 por ciento”.

Juventud Por El Clima nació en marzo de 2019, tras la primera huelga global para exigir a los líderes políticos y empresariales acciones contra el cambio climático.

Se trata de un movimiento horizontal, según explicó Femenia, el cual se divide en 20 nodos o grupos en todo España. Sus integrantes se reúnen una o dos veces a la semana para discutir las problemáticas.

A decir de Femenia, el momento clímax del movimiento fue en diciembre de 2019 cuando se celebró en Madrid la COP25. En las grandes ciudades como Barcelona o la misma Madrid, recuerda el activista, se movilizaron hasta 100 mil personas. Luego llegó la pandemia de coronavirus, y con ello el movimiento ecologista perdió protagonismo, consideró Femenia.

Pero, ahora, ante la COP26 están listos para resurgir con fuerza.

Con el Covid, todas las noticias quedaron en un segundo plano, incluso la climática, pero nosotros no hemos dejado de intentar traer el debate siempre a las calles y a las personas. Nos gustaría que se aprovechara la COP26 para que no sea un momento de promesas vacías, sino que de verdad se adopten medidas valientes para afrontar estos problemas".

'TU LUGAR EN LA LUCHA CLIMÁTICA'

POR: ALEJANDRO ALBARRÁN

Limitar el calentamiento global no es una cuestión individual, sino global, no obstante, cada quien debe encontrar su “lugar en la lucha climática”, que a la vez debe ser una batalla feminista y de los pueblos originarios, afirma Brenda Rodríguez Orea, una estudiante y activista mexicana.

De 20 años y estudiante de Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey, Rodríguez Orea ganó un concurso de arte climático que la llevó a la cumbre de jóvenes en Milán en septiembre.

“No es solamente desde la perspectiva climática, sino desde una perspectiva que involucra un movimiento feminista, un movimiento de los pueblos originarios, un movimiento de justicia social y ya una vez eso, es ver que papel tú tienes”, comparte en entrevista.

Si bien no tenemos el mismo peso que los propios Estados, sí considero que podemos ser un grupo de presión muy importante, y lo estamos siendo, ante todos estos gigantes, estos monstruos, que continúan en su lucha por mantener el sistema".


Ya en Italia, Brenda replicó en las conversaciones con otros activistas del mundo sus preocupaciones por la justicia climática hacia los grupos vulnerados, tema que plasmó en la infografía que le ganó el viaje. Propuso, además, la reducción de los monocultivos que dañan el suelo y que son practicados por las grandes empresas, la defensa de los agricultores locales y la agroecología para regresar a la tierra lo que se le quita.

Brenda espera que la COP26 no resulte como la COP25, cuando las conversaciones se alargaron y la hicieron la más larga de la historia porque las partes no llegaban a un acuerdo. Al igual que Topaz, le gustaría que tuvieran más injerencia las verdaderas víctimas climáticas, aquellas personas que pueden, de viva voz, contar lo que es tener que huir por el calentamiento global.

No podemos seguir centrando la figura de Greta Thunberg, obviamente es una activista que ha realizado muchísimo y que la admiramos, pero es precisamente necesario ampliar esta perspectiva. Es necesaria la inclusión de nuevos grupos que realmente están viviendo la urgencia climática, que están sufriendo y que no solamente se quede en personas que no la conocen o que son políticos".

'NO ES POSIBLE UNA ECONOMÍA DE CRECIMIENTO'

POR: ALEJANDRO ALBARRÁN

Ya ha pasado el tiempo para que los líderes políticos del mundo se den cuenta que no es posible seguir en una economía basada en el crecimiento y en la explotación de las naciones pobres para satisfacer a las ricas.

Para atender la crisis climática, primero hay que aceptar esas premisas y empezar a pensar en la deuda ecológica hacia los explotados, de acuerdo con Iván Daniel Martínez Pichardo, tesista de Relaciones Internacionales de 22 años, y el último de los tres mexicanos que asistieron a Milán a la cumbre climática de jóvenes.

No se puede continuar con un crecimiento económico, incluso verde, dentro de un planeta con recursos finitos, es imposible. Y todo eso también se conecta con cuestiones como que la mayor parte de los recursos extraídos del sur global, de países llamados en desarrollo como México, van para satisfacer las demandas del norte global".

De la cumbre en Milán, Iván se lleva, más que el evento formal con los representantes políticos y la redacción de un borrador de propuestas para la COP26, las protestas y actos que realizó junto con sus compañeros de México y activistas como Greta Thunberg y Vanessa Nakate, entre otros.

Levantaron un memorial en honor a los defensores de la Tierra asesinados, tomaron el escenario para dar voz a las comunidades vulneradas e interrumpieron, por considerarlo hipócrita, el discurso del Primer Ministro italiano, Mario Draghi.

El 1 por ciento de la población más rica emite más del doble de emisiones de carbono que el 50 por ciento más pobre, dice Iván citando un estudio de Oxfam de 2020 para ejemplificar las responsabilidades diferenciadas en la crisis climática.

“Si no ponemos en el centro la justicia, la equidad, las reparaciones climáticas hacia el sur, hacia comunidades vulneradas históricamente, la importancia de los pueblos indígenas, no se logrará absolutamente nada”, recalca.