La empresa encontró que la estructura no se contruyó conforme al diseño, además, las vigas que sostenían el viaducto elevado no estaban diseñadas para la carga de los trenes CAF, que operaban en la ‘Línea Dorada’.
DNV aseguró que, en diciembre de 2019, imágenes de un dron detectaron un aumento en el pandeo de las vigas, provocado por la falta de pernos, y una separación considerable que la actual Administración pasó por alto.