Siguiendo el aroma del cacao
Esta ruta está llena de sabores de antaño. Todo empieza a 60 kilómetros de Villahermosa en dirección al Golfo de México: en el sitio arqueológico de Comalcalco que merece la pena una visita, siempre que el semáforo epidemiológico lo permita.
El museo del sitio presume costumbres de la cultura, como sus entierros, construcciones y la importancia del cacao en su dieta. Y como recompensa, los viajeros pueden refrescarse con un cremoso helado de cacao. Hay quienes coinciden en que el sabor recuerda al de una guanábana, ya que se hace con la pulpa del fruto y no con las semillas, que son con las que se hace chocolate.
Para seguir deleitándose, los viajeros deben ir a una hacienda cacaotera, como la de Jesús María, donde se realiza desde el cultivo de la planta hasta la producción de chocolate, mantecas, licores y productos para la piel.
Cómo llegar: de Villahermosa a Comalcalco se llega aproximadamente en una hora, tomando la Carretera Federal 180 y luego la desviación a Cunduacán, que también es un sitio de interés debido a sus temascales.
Qué probar: manitas de cangrejo en salsa y ostiones ahumados en el municipio de Paraíso.
Para entender el ecosistema de los pantanos
Parte de la fama paradisíaca que Tabasco se ha ganado se la debe a sus pantanos en Centla y Jonuta, cuya fauna y flora invade todo el estado, así que conocer el epicentro de la diversidad tabasqueña es un imperdible.
La máxima joya del Estado es la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla, que se conserva aún como un lugar tranquilo y con pocos visitantes, a pesar de que está cerca de la capital y de su impresionante dimensión; es uno de los mayores humedales del mundo.
Al escuchar pantano, tal vez algunos piensen en lodo, lianas y lirios, pero esta zona es mucho más que eso, ya que la reserva engloba un humedal de más de 3 mil kilómetros cuadrados que se extienden hasta parte de Campeche y Chiapas. En Tres Brazos, donde los ríos Usumacinta, San Pedrito y Grijalva entroncan, hay instalaciones que adentran a los visitantes a la zona y senderos interpretativos. Incluso llega a haber puentes de madera sobre el pantano para avistar aves, víboras, cocodrilos y peces, así como torre de vigilancia.
Cómo llegar: de Villahermosa hay que tomar la Carretera Federal 180 hacia Ciudad del Carmen, y después de pasar el puente que atraviesa el río Grijalva (unos 70 kilómetros de recorrido), tomar la desviación hacia Frontera-Jonuta.
Qué probar: hay que rentar una lancha que va por el Usumacinta hacia el mar, y pedir al guía que pare en alguno de los sitios locales, antes de llegar a la playa.
Para apoyar a sus comunidades
Hacia el último resquicio tabasqueño, casi en la frontera con Guatemala y Campeche, el paisaje es de manglares en ríos y lagos, hábitat de cangrejos azules, patos cormoranes, garzas y variedades de peces. Tropical al extremo.
Tenosique, Balancán y Emiliano Zapata son los tres municipios que conforman esta esquina del territorio, todos ellos con actividades para los visitantes. La sugerencia es comenzar por el más lejano, Tenosique.
Desayunar en el centro un taco de queso provolone ahumado, y luego visitar alguna granja para comprar lácteos directamente de los productores. Para mitigar el calor e hidratarse, sobre la carretera siempre hay a la mano pozol, bebida de agua, maíz y cacao.
En el Municipio contiguo, está el Museo Arqueológico de Balancán Dr. José Gómez Panaco, con piezas mayas halladas en la región. Es una buena introducción para después visitar la zona arqueológica Moral-Reforma, 50 kilómetros al este, donde además hay unas cascadas en las que se puede nadar con cautela cuando la corriente es suave.
Otras actividades a realizar tanto en Balancán como en Emiliano Zapata son el rafting, pesca, paseos en lancha y senderismo.
Cómo llegar: de Villahermosa hay que tomar la Carretera Federal 186 hacia Francisco Escárcega, y luego tomar el entronque Balancán-El Triunfo. El recorrido es de 2 horas y media aproximadamente. Desde el aeropuerto de Palenque hay que tomar la carretera 199 Catazajá-Pakalná, el recorrido es de poco menos de hora y media.
Qué probar: productos lácteos, la especialidad de esta región ganadera