Hay 4 jugadores de Pumas que no llegan a los 25 años: Alan Mozo, Sebastián Saucedo, Washington Corozo y Erik Lira, pero que juegan con una garra contagiosa y son, en gran parte, culpables de que los universitarios estén disputando las Semifinales.

ALAN MOZO, EL CHICO MALO

Mozo juega como lateral derecho, tiene 24 años y llegó a Fuerzas Básicas de los Pumas a los 13 años de edad, sufrió para consolidarse en las divisiones menores, y antes de debutar con el primer equipo llegó a pensar en abandonar la idea de ser futbolista profesional.
Para el Apertura 2017 recibió su primera oportunidad en la Primera División, pero fue hasta un año después que se adueñó de la titularidad, luego del espaldarazo que le dio el técnico, David Patiño. Fue seleccionado Sub 23, pero varios problemas de indisciplina lo alejaron del representativo olímpico.
Fue sancionado por el club luego de violar el protocolo sanitarios, durante la Pandemia subió de peso, le ganó la fiesta y fue el estratega, Andrés Lillini quien lo respaldó, hoy el joven ha respondido mostrando un gran nivel, que lo puso en el once ideal de los Cuartos de Final, además de ser artífice de la eliminación del América.

SAUCEDO ENCUENTRA SU NIVEL

Sebastián Saucedo llegó a Pumas en el Clausura 2020, en un año complicado, pues cuando parecía despegar, la Pandemia frenó su trabajo. Un torneo después apenas vio acción por una lesión muscular que lo marginó gran parte de la campaña.
Fue hasta este torneo que Saucedo encontró su nivel, una vez más, el técnico Lillini encontró atributos en este mediocampista y lo sostuvo como titular la mayor parte de la Fase Regular, jugó 16 encuentros y en 10 inició.
Ha estado presente en toda la fase final, haciéndole ver su suerte al Toluca y también al América.

EL 'MANCHITA' COROZO

Washington Corozo, nacido en Guayas, Ecuador, llegó esta campaña como un refuerzo que prometía desequilibrar a los rivales, le costó trabajo adaptarse, la altura y el ritmo del futbol mexicano, además de una lesión que le impidió tener la continuidad deseada.
Se ha convertido en un revulsivo importante para el esquema de Lillini, y en esta Fase Final su presencia fue clave para avanzar a las Semifinales, pues le anotó dos goles al América.
El “Manchita” está a préstamo y una vez que termine la Liguilla, la directiva de los Pumas tendrá la última palabra sobre su continuidad con el plantel.

LA INTENSIDAD DE ERIK LIRA

Erik Lira también es un jugador que llegó a Pumas desde los 13 años, nunca entendió porque la directiva lo cedió a Necaxa en el 2018, cuando había sido elegido como uno de los mejores medios de contención en la categoría Sub 20. Fue Lillini quien lo trajo de vuelta al feudo auriazul, y a partir del Guardianes 2020 se ganó la titularidad.
Ya fue convocado por Gerardo Martino a la Selección Nacional, y está convertido en un bastión en el mediocampo de los universitarios.
Recientemente sus festejos cargados de efusividad le costaron críticas, sin embargo el joven salió a pedir disculpas y es unos de los consentidos de la afición.

LOS QUE VIENEN ATRÁS

Jerónimo Rodríguez, Amaury García, Alek Álvarez, Marco García y Emanuel Montejano tampoco rebasan los 23 años, son el futuro de los Pumas y van a tener que seguir el camino trazado por otros como Alan Mozo y Lira. Tienen que aprender a aprovechar sus oportunidades, crecer y madurar para aprender de sus errores.