¿Cómo ocurren las quemaduras?

Primero que todo debes saber cuáles son los agentes que ocasionan las quemaduras, para poner atención en su manejo y almacenamiento:

  • Líquidos: ya sea que calientes agua, leche, aceite, sopa, caldo, café o cualquier otro tipo, debes . Para estos casos es recomendable que no cocines, bebas ni lleves líquidos calientes cuando sostienes a un bebé o una persona que necesite de tu ayuda para su movilidad; mantén los recipientes que contengan estos líquidos lejos de los bordes de las mesas y barras; no utilices manteles que los niños puedan jalar; gira las asas de las ollas hacia la parte posterior de la estufa y utiliza los quemadores traseros cuando sea posibles; bloquea el acceso a los menores a la cocina.
  • Utensilios: los electrodomésticos como planchas, estufas, hornos, plancha de cabello y hornos pueden ocasionar quemaduras, por lo que debes almacenarlos fuera del alcance de los menores; sólo conéctalos cuando los vayas a usar; una vez que los hayas acabado de utilizar, déjalos enfriar en sitios especiales donde nadie pueda tocarlos y luego almacénalos, nunca los guardes calientes, porque puede derivar en accidentes.
  • Electricidad: pon atención en los contactos, los cargadores dañados, cables pelados; en este caso además debes cubrir los enchufes con tapa de seguridad para evitar que un menor pueda meter objetos o su dedo en estos; mantén los cables fuera del paso para que ni las mascotas ni los niños puedan dañarlos y los pelen; reemplaza los cables conductores de electricidad que estén rotos, pelados o desgastados; al cambiar los focos verifica que esté apagado el contacto.
  • Químicos: si utilizas agentes como la sosa cáustica, corrosivos y ácidos en general debes mantenerlos en un lugar seguro al que no tengan acceso los menores, ya que el contacto con la piel les puede causar daños; revisa las indicaciones de seguridad para no exponerlos al sol si esto puede resultar dañino; utiliza guantes al manipularlos para que no tengan contacto directo con la piel; los químicos deben ir en su recipiente original y no los mezcles entre sí; debes guardarlos lejos de fuentes de calor.
  • Fuego: ya sea que tengas chimeneas, hagas fogatas, prendas braseros, utilices veladoras o fumes, debes almacenar los fósforos encendedores en lugares especiales; si prendes fuego para asar o para una fogata debes hacerlo en el patio o en un área abierta; si utilizas algún combustible para esta tarea debe estar lejos del calor; si fumas, utiliza un cenicero, ya que la brasa del cigarrillo puede iniciar incendios y causar quemaduras.

Mantén siempre la prevención

Tomarse en serio la seguridad es fundamental y, si deseas y puedes, es recomendable instalar al menos un detector de humo en cada nivel de la casa; las alarmas deben limpiarse continuamente y verifica su funcionamiento constantemente; aprende a utilizar un extintor de incendio que funcione en tu casa, colócalo en una pared cerca de una salida; enseña a los menores que si su ropa tiene fuego deben tirarse al piso, cubrirse la cara con las manos y rodar; elabora un plan de evacuación y practícalo cada seis meses.

Identifica la quemadura

En caso de sufrir una lesión de este tipo, lo primero que debes hacer es identificarla para así recibir atención médica:

  • De primer grado: enrojecimiento en la piel y dolor.
  • De segundo grado superficial: enrojecimiento, dolor y ampollas.
  • De segundo grado profundo: no aparecen ampollas porque la afectación es más fuerte, el rojo es más intenso moteado y brillante. Éstas son las más dolorosas.
  • De tercer grado: piel acartonada y el color puede variar de blanquecino, amarillo, marrón o negro (carbonización). El dolor es en las partes que las delimitan. Estas son muy graves y requieren intervenciones quirúrgicas.