Nunca importó que “El Charro de Huentitán” no fuera un actor profesional, pues cuando estaba en el set, era un hombre dedicado. Así lo recuerda Rafael Villaseñor Kuri, quien dirigió 19 de las 33 cintas protagonizadas por “Chente”.
“Vicente era disciplinado hasta morir, se sabía las líneas de todo mundo. No era difícil de dirigir, era un profesional en todas las instrucciones que se le daban porque las seguía al pie de la letra”, comparte Villaseñor.
De acuerdo con Villaseñor, las películas de Chente debían contar siempre con lo mejor en producción.
“Siempre usé el mejor equipo, la cámara más ‘picuda’, además busqué locaciones reales como haciendas, pueblos, ciudades y más”, recuerda.
A la estrategia se sumó un elenco de alto nivel para que el cantante pudiera inspirarse frente a la cámara.
“Siempre lo rodeamos de muy buenos actores como Sergio Jiménez, Claudio Obregón o David Reynoso, porque cuando a alguien le pones un actor de nivel, psicológicamente querrá dar el cien”.
Y aunque en los 80 realizó decenas de títulos, Chente se cotizó desde antes, en los 70, gracias a cintas como Tacos al Carbón (1972), Entre Monjas Anda el Diablo (1972) y Tu Camino y el Mío (1973), entre muchas otras.
Con La Ley del Monte (1976) llegaría uno de sus máximos aciertos, el cual registró una buena taquilla. Inspirada en uno de sus icónicos temas, mostró uno de sus romances más intensos junto a la actriz Patricia Aspillaga. Otras de las películas destacadas de la época fueron El Arracadas (1977) y Picardía Mexicana (1978).
Varias de las cintas del originario de Huentitlán El Alto fueron producidas por Gregorio Wallerstein, quien también impulsó las carreras de María Félix, Pedro Infante y Pedro Armendáriz. Volver, Volver (1973), El Hijo del Pueblo (1974), Jalisco Nunca Pierde (1974), El Albañil (1975) o La Ley del Monte (1976), son algunos de los títulos del productor hechos con el charro.