Por: Kevin Roose / The NYT News Service

En la industria de la tecnología, 2021 fue un año de avances y cambios.

Gracias en parte a la pandemia y a la digitalización de nuestras vidas, todas las grandes empresas tecnológicas se hicieron más grandes. Facebook cambió su nombre a Meta, Jeff Bezos fue al espacio, Jack Dorsey dejó Twitter y Silicon Valley se enamoró más de las criptomonedas.

Cada diciembre, en parte para animarme después de un año de cubrir los escándalos y las deficiencias de la tecnología, utilizo esta columna para levantar un puñado de proyectos tecnológicos que mejoraron el mundo durante el año. Mis criterios son algo laxos y arbitrarios, pero busco el tipo de proyectos altruistas y dignos que apliquen la tecnología a grandes problemas sociales y que no reciban mucha atención de la prensa, como startups que utilizan inteligencia artificial para combatir incendios forestales o programas de entrega de alimentos para los necesitados.

En un momento en el que muchos líderes tecnológicos parecen más interesados en construir nuevos mundos virtuales que en mejorar el mundo en el que vivimos, vale la pena elogiar a los tecnólogos que se están esforzando para resolver algunos de nuestros mayores problemas.

Así que, sin más preámbulos, aquí están los Premios ‘Good Tech’ de este año.

DEEPMIND

Por resolver el problema de las proteínas y por publicar su trabajo

Uno de los avances más emocionantes de este año se produjo en julio, cuando DeepMind, una empresa de inteligencia artificial propiedad de Google, publicó datos y un código abierto de su innovador proyecto AlphaFold.

El proyecto, que utilizó inteligencia artificial para predecir las estructuras de las proteínas, resolvió un problema que había molestado a los científicos durante décadas y fue aclamado por los expertos como uno de los mayores descubrimientos científicos de todos los tiempos. Y al publicar sus datos libremente, AlphaFold desató un frenesí entre los investigadores, algunos de los cuales ya lo están usando para desarrollar nuevos medicamentos y comprender mejor las proteínas involucradas en virus como el SARS-CoV-2.

En general, las iniciativas de inteligencia artificial de Google han estado plagadas de controversias y pasos en falso, pero AlphaFold mostró un uso inequívocamente bueno de la vasta experiencia y recursos de la compañía.

UPSIDE FOODS, MOSA MEAT Y WILDTYPE

Por impulsar la carne cultivada en laboratorio

La genta ama comer carne. Pero el sistema de granjas industriales que produce la gran mayoría del suministro de carne del mundo es un desastre ético y ambiental, y los sustitutos a base de plantas no se han popularizado ampliamente entre los carnívoros. De ahí la importancia de la carne cultivada, que se crea a partir de células en un laboratorio, en lugar de tomarse de animales sacrificados, y que podría ser la respuesta tecnológica a nuestra adicción global a la carne.

A pesar de más de una década de investigación y desarrollo, la carne cultivada sigue siendo demasiado cara y difícil de producir. Pero eso puede cambiar pronto, gracias a los esfuerzos de decenas de nuevas compañías, incluyendo a Upside Foods, Mosa Meat y Wildtype.

Upside Foods, anteriormente conocida como Memphis Meats, abrió una planta de 16 mil metros cuadrados este año y anunció que había descubierto una manera de convertir células en carne sin utilizar componentes animales.

Mosa Meat, una startup holandesa, también anunció importantes avances en su tecnología, incluido un método para cultivar grasa animal que es un 98 por ciento más barato que el método anterior.

Y Wildtype, una startup de San Francisco que produce mariscos cultivados en laboratorio, lanzó este año un nuevo producto de salmón a base de células que está recibiendo buenas críticas en las primeras pruebas, aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) aún no lo ha aprobado.

RECIDIVIZ Y AMEELIO

Por proporcionar mejor tecnología al sistema de justicia penal

Las prisiones no son conocidas como focos de innovación. Pero dos proyectos tecnológicos surgidos este año trataron de hacer el sistema penal de Estados Unidos más humano.

Recidiviz es una startup tecnológica sin fines de lucro que crea herramientas de código abierto para la reforma del sistema pena. Fue iniciada por Clementine Jacoby, una ex empleada de Google que vio la oportunidad de recopilar datos sobre el sistema penitenciario y ponerlos a disposición de funcionarios, legisladores, activistas e investigadores para informarse al tomar sus decisiones.

Sus herramientas se usan en siete estados de EU, incluyendo Dakota del Norte, donde los datos de las herramientas ayudaron a los funcionarios de las prisiones a evaluar el riesgo de los brotes de Covid-19 e identificar personas encarceladas que eran elegibles para una liberación anticipada.

Ameelio, una startup sin fines de lucro fundada por dos estudiantes de Yale y respaldada por expertos en tecnología como Jack Dorsey y Eric Schmidt, está tratando de cambiar las comunicaciones de las prisiones, una industria notoriamente explotadora que cobra a los presos y a sus seres queridos tarifas exorbitantes por llamadas telefónicas y videollamadas.

Este año, lanzó un servicio gratuito de videollamadas, que se está probando en las cárceles de Iowa y Colorado, con planes de agregar más estados el próximo año.

ICON Y MIGHTY BUILDINGS

Por utilizar la impresión 3D para abordar la crisis de la vivienda

Cuando escuché por primera vez acerca de los esfuerzos experimentales para imprimir casas en 3D hace unos años, los descarté como un avance. Pero, desde entonces, la tecnología de impresión 3D ha mejorado constantemente y ahora se está utilizando para construir casas reales en Estados Unidos y otras partes del mundo. La impresión de casas en 3D tiene varias ventajas: es significativamente más barata y rápida que la construcción tradicional (las casas se pueden imprimir en 3D en tan solo 24 horas) y se pueden fabricar con materiales locales en partes del mundo donde el concreto es difícil de conseguir.

ICON, una empresa de tecnología de la construcción con sede en Texas, ha impreso en 3D más de dos decenas de estructuras hasta ahora. Su tecnología se utilizó para imprimir casas en un pueblo de Tabasco, México este año, y la compañía planea iniciar el próximo año un desarrollo en Austin, Texas, en que todas las casas serán impresas en 3D.

Mighty Buildings, con sede en Oakland, California, está adoptando un enfoque ligeramente diferente. Vende kits de casas prefabricadas que consisten en paneles impresos en 3D que son hechos en una fábrica y se ensamblan en el sitio. Sus casas funcionan con paneles solares y cuentan con características de eficiencia energética. Recientemente, la compañía llegó a un acuerdo para imprimir en 3D 15 casas en una subdivisión en Rancho Mirage, California.

FRANCES HAUGEN Y INTEGRITY INSTITUTE

Por ayudar a limpiar las redes sociales

Pocas historias sobre tecnología tuvieron un impacto tan grande este año como las revelaciones de Frances Haugen, la ex gerente de producto de Facebook que se convirtió en denunciante y que fue la fuente principal de la exitosa serie “Archivos de Facebook” de The Wall Street Journal. Al hacer públicos miles de documentos que detallan la investigación interna de Facebook y las discusiones sobre los daños de la plataforma, Haugen aumentó nuestro conocimiento colectivo sobre el funcionamiento interno de Facebook, y su testimonio en el Congreso estadounidense fue un momento histórico para la responsabilidad tecnológica.

Poco después de que Haugen saliera al público, dos ex miembros del equipo de integridad de Facebook, Jeff Allen y Sahar Massachi, iniciaron el Integrity Institute, una organización sin fines de lucro que está destinada a ayudar a las empresas de redes sociales a abordar problemas en torno a la confianza, la seguridad y el manejo de la plataforma. Su anuncio recibió menos atención que los documentos revelados pro Haugen, pero todo es parte del mismo esfuerzo para educar a los legisladores, tecnólogos y al público en general sobre cómo hacer que nuestro ecosistema de redes sociales sea más saludable.