Cientos de personas quedaron varados por hasta 21 horas en la principal carretera norte-sur de la costa este, después de que una tormenta invernal atascara el tráfico y dejara a algunos conductores atascados en el lugar durante un día completo.

Mientras pasaba una noche gélida dentro de su automóvil atorado en la Interestatal 95 en Virginia (I-95), no hubo comida, agua ni sueño para Susan Phalen.

Meera Rao y su esposo estaban a solo 30 metros adelante de una salida, pero no pudieron moverse durante 16 horas.

Y el senador demócrata por Virginia, Tim Kaine, se dirigía a Washington cuando un viaje aparentemente simple se transformó en “una especie de proyecto de supervivencia”, una prueba de 21 horas.

 

CHOQUES EN CADENA

Los problemas comenzaron el lunes por la mañana cuando un camión chocó contra la I-95, lo que provocó una reacción en cadena cuando otros vehículos perdieron el control, dijo la Policía estatal.

Finalmente, los carriles en ambas direcciones se bloquearon en un tramo de 64 kilómetros de la carretera entre Richmond y la capital de la nación en un momento en que la nieve caía a un ritmo de alrededor de 5 centímetros por hora.

Cientos de automovilistas pasaron la noche en sus vehículos, preocupados por la falta de comida, combustible y agua a medida que las temperaturas bajaban. Una familia informó que pasaron más de 18 horas sin comer .

ENOJO

No hubo reportes de lesiones graves o muertes, pero entre los conductores había mucha ira.

“Nadie vino. Fue impactante ”, dijo Rao, quien viajaba a su casa en Burtonsville, Maryland, después de visitar a su hija en Carolina del Norte cuando se quedó atascada el lunes por la noche.

“Al estar en el país más avanzado del mundo, ¿nadie sabía cómo despejar siquiera un carril para que todos saliéramos de ese lío?”.

El Departamento de Transporte de Virginia tardó hasta el martes por la noche alrededor de las 8:30 pm en reabrir la interestatal. Las autoridades habían anunciado más temprano en la noche que todos los automovilistas varados habían salido de la carretera. Luego, los funcionarios de transporte supervisaron la remoción de los vehículos abandonados restantes y se aseguraron de que todo el tramo estuviera despejado de nieve.

Mientras los automovilistas varados esperaban en sus autos, muchos publicaron mensajes desesperados en las redes sociales. Entre la medianoche y las 3 am del martes, el tráfico se detuvo por completo, dijeron funcionarios estatales.

El Gobernador Ralph Northam dijo que su equipo respondió durante la noche enviando mensajes de emergencia para proporcionar ayuda a los conductores, al tiempo que trabajaba con los funcionarios locales para instalar refugios con calefacción. Las autoridades dijeron a la prensa que cuadrillas repartieron alimentos, agua y combustible.

¿Y LA GUARDIA NACIONAL?

Rao dijo que apagaron el motor de su automóvil al menos 30 veces para ahorrar gasolina y usaron la calefacción solo lo suficiente para no congelarse. Para comer tenían papas fritas, nueces y manzanas. Rao, sin embargo, no quería tomar agua porque tenía un esguince de tobillo y temía no poder llegar a un baño improvisado.

Finalmente, a media mañana del martes, apareció un conductor de grúa y quitó la nieve, lo que permitió que los Rao y otros autos retrocedieran y tomaran la salida.

“Era un mensajero de Dios”, dijo Rao. “Literalmente estaba llorando”.

Las personas que quedaron varadas y sus familias atacaron a Northam, el Gobernador, en Twitter, cuestionándole por qué no desplegó a la Guardia Nacional de Virginia.

En una entrevista, Northam dijo que decidió no usar a la Guardia Nacional porque el problema que enfrentaban los equipos estatales no era la falta de personal, sino la dificultad de llevar a los trabajadores y equipamiento a los lugares. Dijo que la labor se complicó por los vehículos averiados, las temperaturas bajo cero y el hielo.

La sección afectada de la interestatal no recibió tratamiento previo porque fuertes lluvias precedieron a la nieve, que a veces caía tan rápido como cinco centímetros por hora, dijo Marcie Parker, ingeniera del Departamento de Transporte del estado.

“Fue demasiado para nosotros”, dijo.

Fotos: Grupo REFORMA

UN TREN ATASCADO

La tormenta también dejó a los pasajeros de un tren de Amtrak varados en Virginia . El Crescent de Amtrak salió de Nueva Orleans el domingo rumbo a Nueva York y se quedó atascado cerca de Lynchburg el lunes por la mañana, cuando árboles caídos bloquearon las vías.

Sean Thornton, uno de los pasajeros, le dijo a AP que Amtrak proporcionó comida, pero los baños estaban desbordados y los pasajeros estaban furiosos. Amtrak planeaba que el tren completara el viaje una vez que estuvieran despejadas.

Hasta 28 centímetros de nieve cayeron en el área durante la tormenta de nieve del lunes, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional. La Policía estatal advirtió a las personas que eviten conducir a menos que sea absolutamente necesario, especialmente cuando las temperaturas nocturnas son más frías.

Por si no fuera suficiente, las cámaras de tráfico se desconectaron debido a que gran parte del centro de Virginia se quedó sin energía durante la tormenta, dijo el departamento de transporte.

COMPAÑERISMO

Kaine, el senador demócrata, salió de su casa en Richmond para su habitual viaje de dos horas al Capitolio de Estados Unidos después de la tormenta de nieve del lunes, con la intención de presidir el Senado el martes por la mañana. En cambio, pasó la noche solo en su automóvil en la I-95 .

El demócrata le dijo a la estación de radio de Washington WTOP que le preocupaban todas las familias con niños o pasajeros mayores que se estaban quedando sin combustible y comida. No obstante, Kaine relató que hubo un compañerismo entre desconocidos que se encontraron en la misma situación de atasco en la carretera, incluyendo a una familia de Connecticut que iba de un lado a otro de las filas de autos detenidos, compartiendo una bolsa de naranjas que llevaban a casa de su viaje a Florida.

“Nunca había visto algo así”, dijo Kaine. “Nunca olvidaré esto.”

El viaje que Phelan pensaba tomaría una hora, desde la casa de sus padres, se convirtió en una pesadilla de 16 horas. En algún momento del atasco, dijo, creyó que tendría que empezar a golpear las ventanas para pedir agua a otros conductores. Sin embargo, también ella atestiguó actos de bondad entre los automovilistas.

“Todos estaban ayudando a todos”, dijo

Kelly Hannon, portavoz del departamento de transporte, se disculpó con los automovilistas y dijo que analizarían “exhaustivamente” el incidente.