OASIS CAPITALINO

Como navegar en un río de fuego. Es el efecto que causa la neblina y el reflejo del sol al despuntar en el canal Apampilco, en Xochimilco.

Gran parte de este recorrido se hace por el canal Apampilco.

Tres amigos de la infancia oriundos de esta demarcación se unieron para ofrecer experiencias ecoturísticas, con recorridos que ofrecen vistas y sabores inigualables.

La primera parada del recorrido está cuadras adentro del Barrio de San Diego, cerca del Centro de la Alcaldía. Usando el canal que lleva a Apampilco se llega a la granja que lleva el mismo nombre.

Con canoa y remo, ahí aguarda Juan Leonel Hernández, guía turístico certificado. Son cerca de 2 kilómetros de recorrido por la red no turística, sino usada principalmente por lugareños y productores de chinampa. El paseo empieza a las 06:00 horas, antes de la salida del sol. Aunque aún no hay luz, el movimiento de canoas residentes ya es considerable.

Conforme se avanza, poco a poco se desvanece el bullicio de los camiones, automóviles y gente. El conjunto de la neblina, el lirio y el silencio resultan en un ambiente relajante, casi terapéutico.

“Estos canales son el paso diario de los que viven aquí, de los trabajadores y chinamperos, aquí no se ve lo de otros embarcaderos.

“Nosotros usamos canoa con el remo para no dañar el ecosistema. Es más fácil meter lancha con motor, pero nosotros queremos preservar este lugar”, detalla Leonel.

La breve historia de los canales y de cómo es la vida en ellos es narrada por Jonathan Miranda, dueño del Ajolotario Xochimilco

Para las 06:50 horas, Leonel rema sobre el amplio canal Apampilco, momento en el que el sol comienza a ascender y dibuja siluetas de árboles y chinamperos que atraviesan por ahí.

“Se elige esta hora para que podamos mostrar esta vista que es única, algo que deja huella en las personas porque no creen que esto esté en la misma Ciudad“, explica Jonathan.

Los recorridos se hacen en canoa para reducir el impacto ambiental.

"Nosotros usamos canoa con el remo para no dañar el ecosistema. Es más fácil meter lancha con motor, pero nosotros queremos preservar este lugar"

Ya con el cielo iluminado en su totalidad se regresa a la granja Apampilco, ubicada en una chinampa y que pertenece a la familia de Víctor Darío Velazco Arguijo, Médico Veterinario Zootecnista por la UNAM y anfitrión. Ahí producen huevo orgánico y productos de leche de cabra, como quesos, cajeta y dulces.

Y tras la explicación… la degustación.

“La chinampa es un método de agricultura que lleva años, la fertilidad de estas permite cosechar hasta nueve veces al año. En Apampilco criamos principalmente cabras, vacas, conejos y cosechamos acelga, lechuga.

“En la granja recibimos visitas de todo público, buscamos principalmente, hacer consciencia en ellos sobre la importancia de comer productos orgánicos y que a su vez se preserve el trabajo de la chinampa”, explica Darío.

Los visitantes deben madrugar, pero son recompensados por ello.

Una vez almorzado, se emprende el regreso para terminar en el Ajolotario Xochimilco, donde Jonathan, criador autorizado de ajolotes, muestra y explica las asombrosas características del ajolote.

“Somos el único ajolotario en la Ciudad que cuenta con el ajolote Arlequín y el único autorizado por la Sedema para comercializarlo. Aquí les mostramos cómo se cría y cómo se cuida.

“Nos debemos a las personas interesadas por la preservación de las especies, a los seguidores y visitantes, gracias a ellos podemos continuar con este proyecto del ajolotario, la granja y el turismo en chinampa“, comenta Jonathan.

Los tres amigos comparten la idea de que el conocimiento que no es transmitido se pierde, por ello buscan mostrar su lugar de origen con aquellos interesados en preservar la naturaleza y orígenes de Xochimilco.