Siempre quise una autopista y nunca me la trajeron los Reyes porque estaban muy caras”.

Nunca me aferré a un juguete en específico, pero recuerdo que siempre les pedía juguetes… sieeeeempre me traían ropa para el frío. Así que no me caían bien por eso. Yo quería juguetes y ellos me traían ropa”.

Un regalo que siempre quise que me trajeran los Reyes Magos fue uno de sus camellos, lo que… obviamente, no sucedió. Si pudiera pedirles algo para este Día de Reyes sería que pudieran ir al inicio de mi tour este 6 marzo en el Lunario del Auditorio Nacional”.

Nunca me trajeron los Reyes una Barbie. Mi padre se molestaba siempre, pero yo amaba ver la variedad de colores e historias en ese pasillo de la juguetería. Un día mi padre me sacó jalándome muy furioso. Por eso, cuando pude me regalé a mí mismo en Navidad una de ellas y escogí una versión especial que hasta la fecha conservo”.

Un Día de Reyes pedí tres cosas, incluido un juego ‘Mi Alegría’ para hacer chicles, pero éste nunca llegó porque vivía en Sinaloa y se echaban a perder. Me entró una manía por hacer chicles, me interesaba la posibilidad de ser chef antes de actor y en su momento hacer chicles fue parte de eso. Si me lo trajeran ahora, haría algo de plátano”.

Siempre quise una casa del árbol de madera, la pedía todo el tiempo, todos los años hasta que un día me llegó… ¡pero me la dejaron abajo, nunca me la subieron al árbol los Reyes Magos! Entonces, al final, se convirtió en una bodega para mis papás".

Yo siempre pedí un juguete que jamás llegó. Odié que nunca me trajeran el Ricochet, que era un carro que tenía dos vistas, se volteaba cada que topaba con las paredes. De grande, pues ya jamás me lo compré".

"De niño les pedí a los Reyes autos y motos a tamaño escala y jamás llegaron ya que, pues en Cuba era difícil, así que, cuando crecí cumplí mi sueño de comprarme algunos en tamaño real".

Nunca me trajeron una caja enorme llena de plumas, lápices, marca textos, calcomanías y estampas de colores. Me traían un par nada más, pero yo siempre quise una caja entera. Y ahora, en mi casa, si abres cualquier cajón mío, vas a encontrar cualquier variedad de plumas, lápices, marca textos y stickers de todos los colores y sabores. No me quedé con las ganas".

Me encantaban los mini autos para conducir eléctricos. Nunca me lo trajeron, pero cuando tuve las posibilidades de adquirirlo, pues ya no cabía en el carrito".

De niño me hubiera gustado tener un Playstation… y cuando me hice grande, que pude comprarlo, me lo compré".

Siempre quise tener un coche de verdad, se lo pedí a los Reyes, a todos, pero pues no llegó. Cuando cumplí 15 años vi un carro clásico en Miami del que me enamoré y cuando tuve mi segundo proyecto de televisión, me lo compré. Actualmente tengo ese coche de colección en San Francisco, que no manejo nunca, pero al menos ahí está".

A los que siempre les fue bien

Nunca me faltó nada de lo que le pedí a Santa o a los Reyes. Mi madre me ayudaba a hacer mis cartas y cuando ella veía que pedía algo que no se realizaba en la fábrica de Santa Claus o los Reyes Magos me explicaba que ellos jamás regalarían nada a los niños que pudiera hacerles daño a sus mentes o su integridad… muñecas, peluches, perritos o algo para hacer deporte o música estaba bien. Yo pedía algo así y me llegaba todo”.

Hubo un regalo que pensé que no iba a llegar, eran unas casas que se llamaban "Exin West", y me habían dicho que lo Reyes Magos estaban teniendo problemas para conseguirlas, pero al final llegaron todas las casitas. Los Reyes siempre me cumplieron, siempre estuvieron".