El 19 de enero de 1952 la Professional Golfers Association (PGA), aprobó la participación de golfistas negros en los torneos del tour de golf más importante del mundo.
El entonces presidente de la Asociación de Golfistas Profesionales, Horton Smith, anunció que un comité conformado por siete hombres votó casi por unanimidad el permitir que afroamericanos compitieran en eventos copatrocinados por PGA.
Aunque se trató de un logro, pasaron años antes de que la participación de jugadores de raza negra en el golf de élite se incrementara y dejaran de ser objeto de discriminación y maltratos.
En la gira femenil, fue hasta 1964 que una golfista afroamericana jugó en el LPGA Tour, cuando llegó Althea Gibson, una tenista ganadora de torneos de Grand Slam.