Alteraciones

Esto se debe a que podrían sufrir de parosmia, un síntoma en que las personas presentan distorsiones olfativas extrañas y con frecuencia, desagradables.

Por ejemplo, en lugar de oler a limón, puede oler a col podrida o el chocolate puede oler a gasolina. Y niñas y niños, en particular, pueden tener dificultades para comer los alimentos que antes les gustaban.

Tan solo en Reino Unido se sabe de: 

250 mil adultos que han sufrido parosmia como consecuencia de una infección por Covid.

  • Pero en los últimos meses, después de un alza en los contagios en septiembre en las escuelas, los expertos están cada vez más conscientes de que también está afectando a la niñez
  • En muchos casos, la afección está haciendo que niñas y niños dejen de comer o que les resulte difícil hacerlo.
  • Algo que no ha sido reconocido por los profesionales de la salud que piensan que solo son difíciles para comer sin darse cuenta del problema, de acuerdo con Carl Philpott de la Facultad de Medicina de la UEA.
Profesor Carl Philpott. Tomada de https://research-portal.uea.ac.uk/

"Se cree que la parosmia es el resultado de tener menos receptores olfativos en funcionamiento, lo que hace que sólo se puedan captar algunos de los componentes de una mezcla de olores".

  • También la organización Fifth Sense ha recabado evidencia de que niñas y niños tienen problemas con la comida después del Covid.  Algunos padres han reportado que sus hijos sufren problemas de nutrición y han perdido peso, pero los médicos lo atribuyen a que son melindrosos con la comida.

"Si los niños sufren distorsiones olfativas, y la comida huele y sabe mal, les va a resultar muy difícil comer los alimentos que antes les gustaban".

¿Cómo detectar el trastorno?

  • Fifth Sense y el profesor Carl Philpott lanzan una guía para ayudar a madres y padres y a los médicos a reconocer mejor este trastorno que está afectando a la niñez.
  • Creerles. Escuchar lo que dicen y apoyar sus necesidades. No dar por sentado de que se trata de un mal comportamiento.
  • Llevar un diario para anotar los alimentos que saben bien y los que son desencadenantes de sabores desagradables.
  • Animarlos a probar diferentes alimentos con sabores menos fuertes para ver cuáles pueden tolerar o disfrutar. Por ejemplo: vainilla, chocolate blanco, queso, plátano y pasta. Estos pueden ayudar a suavizar los malos sabores.
  • Probar con pasta de dientes con o sin sabor a fruta y jabones, champús y acondicionadores sin aroma.
  • Utilizar un clip nasal suave o taparse la nariz mientras comen para ayudarles a bloquear los sabores.
  • Sugerir bebidas proteínicas con sabor a vainilla o licuados sin sabor para obtener los nutrientes.
  • Seguir un entrenamiento olfativo con olores que les resulten familiares y que no sean desencadenantes de la parosmia es una alternativa tanto para niñas y niños como para adultos. Consiste en oler al menos cuatro aromas diferentes, por ejemplo: eucalipto, limón, rosa, canela, chocolate, café o lavanda, dos veces al día durante varios meses.

FUENTES: Organización Fifth Sense / Universidad de East Anglia (UEA). Con imágenes de Pexels.com