Ruy Pérez Tamayo falleció el miércoles 26 de enero, a los 97 años. Imagen: Academia Mexicana de la Lengua

Nació en Tampico, Tamaulipas, en 1924, y emigró a la Ciudad de México para estudiar Medicina en la UNAM, un poco por seguir los pasos de su hermano mayor, Rafael, quien ya estudiaba la carrera, y otro poco por ahorrarle a la familia gastos, pues así heredaría los libros.

"La vocación no existe, son las contingencias, los accidentes de la vida los que definen la profesión".

Se especializó en patología, siguiendo el ejemplo del doctor Isaac Costero, con quien estudió el curso, un destacado médico, exiliado español republicano, a quien admiró.

Dr. Isaac Costero Tudanca. Imagen: cienciadeacogida.org.

Trayectoria

Fundó y dirigió durante 15 años la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de la UNAM en el Hospital General de México, y precursor del Departamento de Patología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, que encabezó por 10 años.

"La comunidad científica de nuestro país ha perdido a uno de sus mayores representantes".

Se desempeñó como profesor de patología en la UNAM durante más de 50 años, además de haber sido profesor visitante en las universidades de:

  • Harvard
  • John Hopkins
  • Minnesota
  • Galveston
  • Yale
  • Tel Aviv
  • Madrid
  • Lisboa
  • Costa Rica
  • El Salvador
  • Panamá
  • Venezuela
  • Colombia
  • Chile
Imagen: El Colegio Nacional

Publicaciones

A lo largo de su vida publicó más de 150 artículos científicos en revistas nacionales y extranjeras, así como 39 libros, 15 de temas científicos y 24 de ensayos históricos y de divulgación científica. Entre ellos:

Entre los reconocimientos que recibió, destacan, el Premio Nacional de Ciencias en 1974; el Aida Weiss, en 1986; el Premio Internacional Menéndez Pelayo, 2020, y la Presea José María Luis Mora, en 2002.

Aportes

Sus contribuciones científicas se extienden a múltiples campos médicos como la cicatrización de heridas, afecciones pulmonares, padecimientos de la piel, tumores del corazón, cáncer de hígado, tuberculosis, entre otros.

"Ha muerto Ruy Pérez Tamayo, mexicano eminente, compañero en @ColegioNal_mx. Con su ojo clínico, curaba el cuerpo; con su empatía, curaba el alma".

Fue miembro de 48 sociedades científicas nacionales y extranjeras, además de ser parte de la Junta de Gobierno de la UNAM entre 1983 y 1993; miembro de la Academia Mexicana de la Lengua -de la que fue director adjunto-, del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República y del Consejo Asesor del Conacyt.

Tomada de: www.udg.mx

"Ruy Pérez Tamayo (1924-2022) se levantaba antes de las cinco de la mañana para ir al laboratorio. Daba clases. Escribía y leía. Jugó tenis durante años. Formó generaciones de médicos. Escribió un ensayo memorable sobre la 'serendipia'. Maestro detrás de las ideas. Descanse en paz".

Era miembro de El Colegio Nacional desde 1980.

Su decálogo

El doctor Ruy Pérez Tamayo suscribía diez razones para ser científico:

  1. Para no tener jefe
  2. Para no tener horario de trabajo
  3. Para no aburrirse
  4. Para hacer siempre lo que nos gusta
  5. Para usar mejor el cerebro
  6. Para que no nos tomen el pelo
  7. Para hablar con otros científicos
  8. Para aumentar el número de científicos en México
  9. Para estar siempre contento
  10. Para no envejecer

Sin duda las cumplió a cabalidad.

Fuentes: El Colegio Nacional / “Laudatio a Ruy Pérez Tamayo”, escrito por Gonzalo Celorio.