El show de 12 minutos de Michael Jackson el 31 de enero de 1993 en el Rose Bowl ha sido el mejor en la historia del Super Bowl de acuerdo con muchos especialistas en música y espectáculos de este tipo.
Con un espectacular sistema de luz y sonido el Rey del Pop cantó sus éxitos Billie Jean y Black or White a ritmo de sus coreografías únicas.
Este Super Tazón es quizá más memorable por la actuación de Jackson que por el triunfo de los Vaqueros de Dallas.
Los espectáculos de U2, en 2002; de Paul McCartney, en 2005; The Rolling Stones, en 2006; Prince, en 2007, y de Madonna, en 2012, son otros de los más recordados.