Nadia fue la niña prodigio de la gimnasia, la primera en obtener calificaciones de 10 en los Juegos Olímpicos de Montreal 76, después de huir de su natal Rumania el destino la colocó frente a Bart Conner, un conocido gimnasta que ganó dos preseas doradas en la justa de Los Ángeles 84.
Aunque coincidieron en Montreal nunca cruzaron palabra, después se trataron en el campeonato mundial de 1981, hasta que años después se volvieron a encontrar, ambos retirados, y el amor los flechó.
La pasión por la gimnasia los puso en el mismo lugar, para terminar casados, con un hijo y fundando una escuela de este deporte en Oklahoma.