A partir de la pandemia muchas personas comenzaron a tomar en serio eso de poner verde sus casas. Las plantas de interior y el trabajo de jardín comenzaron a tomar una gran fuerza. 

Garra de León, denominado por su creadora, la mercadóloga Elisa Gómez, como un vivero de barrio, abrió sus puertas en la colonia Moderna poco antes de la pandemia para ayudar a las personas que llegan a sus puertas a elegir las mejores plantas para sus hogares y estilos de vida. 

Casi al mismo tiempo nació Quiote Orgánico, un fertilizante para plantas natural realizado por la bióloga Eliza Álvarez y comenzaron a trabajar juntas moviéndose mutuamente. 

“Nació con esta intención de incentivar a la gente al cuidado de sus plantas, a observar sus plantas y no tenerlas sólo como un artículo en su casa sino comprometerse con lo que necesitan”, cuenta la bióloga.

Parte de esta euforia por las plantas ha hecho que el trabajo tanto de Quiote Orgánico como de Garra de León sea atender dudas de usuarios que lidian con plagas, insectos y otros problemas con las plantas de sus jardines y hogares. 

Una persona, de hecho, le escribió a Eliza Álvarez hace unos meses porque encontró la hoja de una passiflora llena de unos bichos que parecían gusanos blancos y le preocupaba que estas serían el fin de la planta. 

Esas orugas, no lo sabía, pero en realidad eran mariposas conocidas como falsas monarcas. 

A partir de esa experiencia Quiote y Garra de León comenzaron una campaña en la que regalaron 35 plantas endémicas de la región a vecinos de la colonia Moderna con la condición de que cuidaran y observaran a las mariposas llegar a sus hojas. 

Las plantas, Asclepias, una especie endémica, se agotaron en dos días.

“Es común que la gente relacione los bichos como algo negativo porque no conocemos los procesos biológicos de nuestro entorno, por eso entendimos que hay mucho qué informar al respecto”, dice la bióloga. 

“Estas orugas son importantes porque estimulan el crecimiento de la planta que ya evolucionó para tener un ciclo anual que soporta esto, son interacciones ecológicas mariposa a planta”. 

Las mariposas fueron la punta de lanza para Queremos verlos llegar, una campaña más extensa que se está desarrollando para informar a los usuarios sobre la importancia de dejar vivir a estos bichos en sus plantas. 

“Queremos que se abra la oportunidad de que otros bichos convivan con nuestras plantas mientras no les hagan daño: escarabajos, mariposas, lombrices, incluso colibríes”.

Estas campañas promueven que la gente observe mejor sus plantas y sea consciente de los procesos biológicos que ocurren incluso dentro de sus casas y jardines. Muchos de estos bichos son polinizadores y llegan a las plantas, como las mariposas, en su tránsito migratorio. 

Elisa Gómez, desde su experiencia en Garra de León afirma que a partir de la pandemia las plantas se volvieron para muchos como nuevas mascotas. 

“Las plantas por fin están siendo observadas como lo merecen, son preciosas y pueden cambiar radicalmente un espacio”, cuenta. 

La posibilidad de que más personas tengan plantas en sus casas, dice la bióloga, es positivo porque podría ser un primer paso para que comiencen a hacerse huertos urbanos y por lo tanto que haya más consumo sustentable. 

“Es un primer paso para que la gente se anime a producir algunos alimentos de la canasta básica porque los cultivos como los conocemos no son tan buenos para la tierra”. 

Las especialistas recomiendan tener en casa plantas endémicas como la passiflora, la planta de la papa, el chayote, de la guayaba y otras pueden ser positivas para estos visitantes y pueden mantenerse con cuidados cotidianos y sin insecticidas venenosos. 

Información: Alejandra Carrillo Fotos: Cortesía.