A pesar del autoritarismo creciente del Presidente ruso, Vladimir Putin, señalado por organismos internacionales y expertos, su Gobierno mantenía, relativamente, una sociedad abierta en términos de información, en comparación con, por ejemplo, China. Tras la invasión a Ucrania, todo cambió.
LA VIDA PREVIO A LA GUERRA
Antes, aun con el control estatal de los medios, la gente podía leer o ver lo que quisiera, incluidos noticieros extranjeros como la BBC y CNN.
Internet estaba en gran medida sin restricciones, un portal para el resto del mundo.
A diferencia de, digamos, China, podrías criticar al Presidente con cierta seguridad de que la Policía no tocaría a la puerta.
CON LA INVASIÓN, LLEGA EL CAMBIO
Ahora, a medida que avanza la guerra en Ucrania, Putin ha estrangulado los vestigios de una prensa libre para justificar sus ataques bélicos, que han sido condenados casi globalmente, y con eso se acerca a la ortodoxia embrutecedora de la Unión Soviética.
GOLPE A MEDIOS
Dos de los medios insignia restantes del país salieron del aire la semana pasada, perseguidos por las autoridades por informar con precisión sobre Ucrania.
- Ekho Moskvy, la estación de radio liberal
- TV Dozhd, o Rain, un advenedizo digital
Muchas organizaciones de noticias extranjeras han retirado corresponsales o dejado de informar en Rusia después de que Putin promulgó el viernes una ley para castigar a cualquiera que difunda “información falsa” con hasta 15 años de prisión.
ADIÓS A LAS REDES
El acceso a Facebook, Twitter y TikTok ha sido bloqueado.
Otros sitios en línea en Rusia se han visto afectados.
Hace sólo dos semanas, no era posible imaginar cuán rápido se cerraría la mayor parte (de Rusia)".
Nina L. Khrushcheva, profesora de asuntos internacionales en la New School en NYC y bisnieta del líder soviético Nikita. S. Jruschov.
¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO?
Más allá del impacto inmediato en la capacidad de los rusos para aprender sobre la guerra, Putin parece haber cruzado un umbral en la historia del país.
Está secuestrando a la sociedad rusa en mayor medida que nunca desde que el último líder soviético, Mikhail S. Gorbachev, lanzó una política en 1986 llamada glasnost, que se conoció como “apertura”, pero más precisamente significa “el acto de dar voz”.
El acceso a los informes extranjeros de noticias y las voces independientes en las redes sociales han desafiado el monopolio del Kremlin sobre los medios estatales, ya que el esfuerzo de Gorbachov rompió el monopolio soviético sobre la verdad.
El resultado del actuar de Putin será aislar al país, como se ha aislado el propio Presidente, dejándolo con una visión unilateral del mundo que ya no está sujeta a debate, según expertos.
Putin está tratando de convertir a Rusia en una dictadura totalitaria de los días anteriores a Gorbachov. Eventualmente fallará, pero hará un gran daño a la sociedad rusa al intentarlo".
Michael McFaul, ex Embajador estadounidense en Rusia y director del Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales en la Universidad de Stanford.
LA PROPAGANDA RUSA
La propaganda y las restricciones del Kremlin ya han desconectado a los rusos comunes de la horrible violencia que asola las ciudades de Ucrania, incluso a aquellos con familiares en el terreno que les dicen lo contrario.
Han encubierto las dificultades del Ejército ruso, así como los costos humanos para los ucranianos que Putin dice estar defendiendo.
Quienes miran la televisión rusa, en cambio, ven a las tropas del país participando en una “operación militar especial” en gran parte sin derramamiento de sangre, para proteger a los civiles ucranianos de un Gobierno neonazi.
En esta realidad alternativa, las tropas rusas están distribuyendo ayuda a los civiles o ayudando a evacuarlos a un lugar seguro.
Cada vez hay menos acceso a información precisa de Occidente en medio de los golpes implacables de la propaganda estatal cada vez más histérica, que ciertamente está teniendo su efecto".
Sergey Radchenko, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins en Europa.