Es un día mundial para conmemorar a las mujeres y a su lucha, pero muchas de ellas que huyen de Ucrania sólo pueden sentir el estrés de encontrar una nueva vida para sí mismas y sus hijos, mientras sus esposos, hermanos y padres son forzados a quedarse para combatir la invasión rusa.

El número de refugiados que han salido de Ucrania alcanzó los dos millones este martes, según Naciones Unidas, el éxodo más rápido que ha visto Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

'VOLVEREMOS CUANDO ACABE LA GUERRA'

Polina Shulga trató de facilitar el viaje de su hija de 3 años ocultando la verdad.

“Por supuesto que es difícil viajar con una niña, pero le expliqué que nos vamos de vacaciones y que definitivamente volveremos a casa un día cuando termine la guerra”, contó Shulga.

No sabe qué vendrá después de llegar a Hungría desde la capital de Ucrania, Kiev, pero cree que la experiencia la está fortaleciendo.

“Siento que soy responsable de mi hija, entonces fue más fácil para mí dar este paso e irme, porque si no hubiera tenido una hija, probablemente no me hubiera atrevido a adentrarme en lo desconocido”, dijo, mientras su pequeña tiraba de su abrigo.

Nataliya Grigoriyovna Levchinka, una maestra jubilada de Donetsk en el este de Ucrania, sintió lo mismo.

En general, estoy en una especie de sueño terrible que continúa. Estaría en una especie de abstracción si no fuera por mi hija. No sería capaz de volver a mis sentidos”.

'MAMÁ, TODO SALDRÁ BIEN'

Debido a un decreto del Gobierno de Ucrania que prohíbe a los hombres de 18 a 60 años salir del país, la mayoría de los que huyen del país son mujeres y niños. La medida busca alentar a los hombres a enlistarse para luchar contra la invasión rusa o tenerlos disponibles para un reclutamiento en las Fuerzas Armadas.

Esto ha provocado escenas desgarradoras de separación y una creciente preocupación a medida que algunas partes de Ucrania quedan asediadas por las tropas rusas y sus ataques.

En un campo de refugiados en Moldavia, Elena Shapoval se disculpa por llorar. No oculta las lágrimas a sus dos hijos, uno de 4 años y otro de 8, mientras recuerda su éxodo desde Odesa.

El más pequeño no entiende lo que está pasando, cuenta, Shapoval. El mayor trata de calmarla diciéndole: ‘Mamá, todo saldrá bien’”.

No puede colapsar al pensar en la vida que dejaron atrás.

 “Me doy cuenta de que tendremos que trabajar mucho ahora”, afirma. “Necesito recomponerme porque tengo dos hijos y necesito apretar mi voluntad como un puño”.

'¿POR QUÉ ESTÁN MURIENDO NUESTROS HIJOS?'

En Ucrania y Rusia el Día Internacional de la Mujer es un festivo importante que data de la era Soviética en el que las mujeres son ataviadas con flores, chocolates y discursos.

En Rumania, Alina Rudakova comenzó a llorar al darse cuenta de que se había de lo que se conmemoraba este día. El año pasado, la joven de 19 años de Melitopol recibió un ramo de flores de su padre y regalos de otros familiares.

“Este año, ni siquiera pensé en este día”, dijo. “Este día fue realmente horrible”.

En un teatro del Centro Cultural Ucraniano en la ciudad polaca de Przemysl, cerca de la frontera, mujeres y niños llenaron camas improvisadas. Algunas revisaban sus teléfonos, una vez, más en busca de noticias.

“Fue difícil prepararme para viajar”, dijo Natala, una refugiada de cerca de Kiev, que solo dio su primer nombre. “Mi hermana dijo que soy muy valiente, pero en mi opinión soy una cobarde. Quiero ir a casa”.

Y en el cruce fronterizo de Medyka en Polonia, Yelena Makarova contó que el vuelo apresurado que tomó desde Kremenchuk con su madre y su hija adolescente marcó el final de su vida tal como la conocía.

Su padre, su esposo y su hermano se quedaron atrás.

Ojalá que (la guerra) terminara lo antes posible, porque ¿sabes, para toda madre, qué puede ser peor?. No puedo entender por qué nuestros hijos están muriendo. No sé".